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Por qué el cristianismo es verdadero pero el mormonismo no: Una docena de razones

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Por qué el cristianismo es verdadero pero el mormonismo no: Una docena de razones

Robert M. Bowman Jr.
Updated: 
21.07.2017

Este artículo proporciona una perspectiva general de las doce razones más importantes de por qué el cristianismo basado en la Biblia es verdad y la religión mormona no debe ser aceptada como el verdadero cristianismo. Presentamos doce simples declaraciones que identifican tan concisamente como posible cada una de las doce razones. Para una explicación más completa (pero aún breve) de cada punto, usted puede hacer clic en la frase de la apertura para saltar a la página donde la explicación más completa se encuentra. Cada una de esas páginas puede leerse en sólo unos minutos e incluye enlaces a otras páginas en nuestro sitio web que contiene recursos que dan información más exacta, incluyendo documentación más completa. 

Esta información es presentada, no para criticar a los mormones como individuos, sino para animarlos a basar su fe en la verdad sobre Jesucristo revelada fiablemente en la Biblia. Si usted quiere entender por qué nosotros pensamos que es importante contrastar el mormonismo con el cristianismo bíblico y los valores que guían nuestros esfuerzos, por favor vea nuestro artículo "Amor, Honestidad, y la Defensa de la Fe" – por ahora solo disponible en inglés.  

1. La resurrección de Jesús ocurrió; la Primera Visión no. Una rigurosa investigación confirma que la crucifixión y resurrección de Jesucristo son hechos históricos bien soportados. Sin embargo, explicaciones contradictorias del propio José Smith y otros problemas demuestran que la Primera Visión – donde José supuestamente vió al Padre y al Hijo en 1820 - nunca pasó. 

2. La Biblia es antigua; el Libro de mormón es moderno. La evidencia de la historia, arqueología y otros campos de estudio demuestra que la Biblia es una colección de escrituras antiguas y confirma mucho de sus afirmaciones históricas. En comparación, la evidencia demuestra que el Libro de Mormón no está traducido de escrituras antiguas sino es una ficción del siglo XIX (los 1800s).

3. Génesis es auténtico; el Libro de Abraham no. Los manuscritos bíblicos descubiertos en los últimos dos siglos no han producido dudas sobre la autenticidad de un solo libro de la Biblia. Por otro lado, como la Iglesia SUD ha admitido recientemente, el texto del papiro del cual José Smith afirmó traducir el Libro de Abraham, no tiene nada que ver con Abraham, sino que es un texto fúnebre pagano del antiguo egipcio fechado miles de años después de Abraham.

4. El texto de la Biblia es fiable; la Traducción de José Smith no. Esos mismos manuscritos bíblicos descubiertos, así como los adelantos en el conocimiento erudito de los idiomas bíblicos, no han volcado la fiabilidad de versiones modernas de la Biblia. Mas bien, han refinado nuestra comprensión de la redacción precisa y el significando de su contenido. Sin embargo, la traducción de José Smith de la Biblia, la cual José alegó producir por inspiración, traiciona el entendiendo limitado de José de la Biblia y se ha sido demostrado falso al compararlo con los manuscritos bíblicos descubiertos. 

5. La Biblia no está faltando ningún libro; las escrituras mormonas sí. La Biblia no está faltando, ni ha perdido ningún libro: Ningún libro o parte de un libro que se aceptó como Escritura por los judíos o cristianos en el primer siglo, ha sido luego removida de la Biblia por cristianos. Por el contrario, Doctrina y Convenios, una colección de revelaciones modernas que José afirmó recibir de Dios, ha tenido secciones enteras que han sido quitadas y en sus lugares han sido agregados materiales para hacerles estar de acuerdo con las afirmaciones de José que estaban en cambio constante.

6. Los profetas bíblicos no tomaron a muchas esposas en el nombre de Dios para luego mentir sobre esto; José Smith si lo hizo. Aunque los profetas y apóstoles de la Biblia eran pecadores en necesidad de la gracia de Dios, ninguno de ellos alguna vez usó su autoridad religiosa para justificar adulterio u otros grandes pecados. Por otro lado, José Smith tomó alrededor de treinta "esposas", incluyendo a varias mujeres ya casadas, afirmó que Dios le ordenó que practicara la poligamia, y mintió sobre él repetidamente - poniendo un precedente peligroso de indiferencia hacia la verdad.

7. Los profetas bíblicos no enseñaron doctrinas racistas; Profetas y escrituras mormonas sí lo han hecho. La Biblia enseña que personas de todas las razas son hechas en la imagen de Dios y son iguales en Jesucristo. Mientras que ha habido gente racista que ha citado la Biblia fuera de contexto para apoyar sus opiniones, ha quedado claro para otros cristianos que el racismo es contrario a la Biblia. En cambio, las escrituras mormonas contienen ideas racistas y algunos de los profetas de la Iglesia mormona han enseñado claramente doctrinas racistas. Después de siglos de excluir a los negros del sacerdocio mormón porque ellos estaban supuestamente bajo una maldición divina, la Iglesia SUD quitó la exclusión en 1978 y tardíamente admitió en 2013 que nunca hubo maldición alguna sobre los negros.

8. El Cristianismo bíblico es monoteísta; La teología mormona es politeísta. La Biblia enseña claramente que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es un Dios eterno. Los seres humanos son creados en la imagen de Dios y redimidos con la meta de convertirse en seres gloriosos, inmortales; sin embargo, según doctrina bíblica nosotros nunca nos tornaremos Dioses de la misma naturaleza como nuestro Creador. El núcleo de la doctrina mormona es la descaradamente anti-bíblica creencia que todos nosotros éramos descendencia espíritual en el cielo de Dios el Padre y su esposa, nuestra madre celestial, y que nosotros vinimos a la tierra como mortales para progresar hacia convertirnos nosotros mismos en Dioses.

9. En el Nuevo Testamento, Jesús es nuestro único sumo sacerdote; en el mormonismo, cada hombre mormón adulto calificado puede ser un sumo sacerdote. La enseñanza sobre los sacerdotes en el libro de Hebreos exalta a Jesucristo exclusivamente. Enseña claramente que los sacerdotes del orden Aarónico representaron el viejo pacto que Dios hizo con Israel a través de Moisés, un convenio que se ha reemplazado por el nuevo pacto a través de Jesucristo, el sacerdote eterno representado por Melchizedek. Los sacerdocios Aarónico y de Melchizedek en el mormonismo, mediante los cuales hombres mormones exigen control exclusivo en cuanto al acceso a Dios, notoriamente falsean lo que la Biblia enseña sobre los sacerdotes. Además estos sacerdocios nunca fueron afirmados o enseñados por José Smith hasta unos años después de que él fundó la Iglesia SUD.

10. Jesús anunció el fin de religión del templo; El Mormonismo ha inventado una nueva religión del templo. Jesús profetizó que el templo de Jerusalén sería destruido y que el pueblo de Dios le rendiría culto en espíritu y en verdad más que en edificios especiales hechos por los hombres. El sistema del templo mormón no tiene ninguna base en el templo judío de la Biblia, no es una restauración de ritual o religión cristiana, y fue tomado y adaptado por José Smith de la Masonería.

11. El evangelio bíblico es la salvación exclusivamente por gracia para vida eterna como criaturas glorificadas; el evangelio mormón es la exaltación a la divinidad a través de la gracia y las obras. El evangelio bíblico es un mensaje de salvación por la gracia solamente, con las obras siendo el fruto, no como la base de nuestra aceptación por Dios. Mantiene un equilibrio entre dos extremos: el del universalismo (todos o casi todos serán salvados) y justicia por las obras (sólo aquéllos que logran un cierto nivel de ser buenas personas se salvarán). En contraste, el evangelio mormón consiste en salvación para casi todos (excepto algunos ex-mormones), y la exaltación a la divinidad para el más fiel y trabajador mormón, y es un evangelio falso contrario al evangelio de la gracia encontrado en el Nuevo Testamento. 

12. Los profetas bíblicos pasan sus propias pruebas, pero José Smith no. Los profetas y apóstoles de la Biblia, quienes pusieron pruebas por las cuales nosotros podríamos reconocer a los falsos profetas y maestros, pasaron sus propias pruebas. Por otro lado, José Smith era un profeta falso porque él falló a todas las pruebas bíblicas de un profeta: dio falsas profecías, enseñó falsos dioses, predicó un evangelio falso, mintió en el nombre de Dios y pretendió tener justificación religiosa para quebrar los mandatos de Dios.