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La Biblia enseña que las personas de todas las naciones están hechas a la imagen de Dios y son iguales en Jesucristo. Aunque han existido en ciertas eras racistas que han citado la Biblia fuera de contexto para justificar sus puntos de vista, siempre ha estado claro para otros cristianos que el racismo es contrario a la Biblia, la que de por sí no habla de los seres humanos como perteneciendo a razas diferentes (menos de dividir a las personas en razón de su color de piel). En el Nuevo Testamento, el evangelio fue presentado abiertamente por los apóstoles judíos a los gentiles con apenas quince años o menos desde la resurrección de Cristo. (La exclusión de los gentiles antes de ese momento se basó en la observancia ritual judía, no de la raza). La declaración de Pablo de que en Cristo “no hay judíos ni griegos” (Gálatas 3:28) simboliza la actitud del Nuevo Testamento acerca de la raza. En los siglos XVIII y XIX muchos cristianos evangélicos estaban a la cabeza de los esfuerzos tanto en Inglaterra como en Estados Unidos para abolir la esclavitud basándose en sus creencias sobre las enseñanzas de la Biblia.
Por el contario, las escrituras mormonas contienen ideas racistas y algunos de los profetas SUD han enseñado abiertamente doctrinas racistas. Desde los inicios del 1850 hasta 1978, la iglesia SUD enseñó que la gente de color no podía recibir el sacerdocio porque estaban bajo una maldición divina. Esta política mantuvo alejada a la gente negra de posiciones de liderazgo y de participar de los rituales del templo, según necesarios para la vida eterna. Después, en 1978 debido a la fuerte presión social una década después del movimiento de los derechos civiles en América, la iglesia SUD oficialmente eliminó la prohibición sobre ordenar gente negra para el sacerdocio sin ninguna explicación concerniente a la supuesta maldición. En el 2013, la iglesia SUD oficialmente rechazó la idea de que la gente de color estuviera bajo una maldición y sostuvo que la exclusión de los negros del sacerdocio se originó con Brigham Young y no fue basada en una revelación sino en las propias creencias racistas derivadas de la cultura de Young. El hecho es que Young extrajo esta idea de las escrituras mormonas producidas por Joseph Smith, que enseñó tanto la exclusión como la base de la misma en la maldición supuestamente colocada sobre la línea de Ham (o Caín). El manejo deshonesto de este asunto por parte de la iglesia SUD a través de su historia, revela que sus líderes no han sido genuinos profetas de Dios.
Sobre las escrituras racistas y la historia del mormonismo, visite nuestra página web sobre Mormonismo, raza y sacerdocio. Para un resumen de las doce razones, con enlaces a artículos sobre cada una, vea el artículo principal “Por qué el cristianismo es cierto, pero el mormonismo no: una docena de razones”.