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La opinión que humanos difuntos pueden oír y recibir el evangelio de Jesucristo en el mundo del espíritu, y por medio de un bautismo vicario hecho por ellos en la tierra pueden obtener vida eternal en la presencia de Dios, es uno de las doctrinas distintas del mormonismo que lo separa del cristianismo histórico y bíblico. ¿Tiene esta práctica mormona una base bíblica? ¿Fue enseñada por Jesús y los escritores del Nuevo Testamento y practicada por la iglesia primitiva? Estas son las cuestiones principales de este artículo.
La premisa de este artículo es: "Si el bautismo por los muertos es de verdad un rito cristiano, es preciso que exista una conexión orgánica, o sea, debe ser posible trazar esta enseñanza directamente e históricamente al ministerio terrenal de Jesús y sus apóstoles del primer siglo.1 Al no ser asi, hay duda de que sea una doctrina, cristiana legítima.
El Libro de Mormón se describe como escritura que tiene "la plenitud del evangelio eterno" (Doctrina y convenios 27:5), y según la iglesia mormona el bautismo por los muertos es doctrina central del evangelio de Jesucristo. Es interesante, entonces, que el Libro de Mormón no contiene ni una referencia a este rito, ni directa o indirecta. Se verifica esto fácilmente al buscar "bautismo por los muertos" en la Guía tópica de las escrituras de la iglesia mormona o el Indice a la combinación triple. Las únicas referencias dadas son de cuatro secciones de Doctrina y convenios (124, 127, 128, 1382). Esto se verifica también por medio del índice al final del Libro de Mormón; no hay referencia para el bautismo por los muertos.
Así que, no hay evidencia que la gente descrita por el Libro de Mormón practicaba, o sabía, del bautismo por los muertos. En realidad, el Libro de Mormón parece excluir la posibilidad de esta práctica por varias razones; evidencia de la cual consideraremos más adelante en este artículo.
Un solo versículo
El silencio del Libro de Mormón acerca del bautismo por los muertos es un hecho importante, pues significa que un versículo solitario en la Biblia — 1 Corintios 15:29 — constituye la única referencia en escritura cristiana antigua. Que ésta es la única referencia bíblica al bautismo por los muertos es reconocido por la Encyclopedia of Mormonism (1992), producida bajo la supervisión del Quórum de los Doce Apóstoles de la iglesia mormona3 : "Él [Pablo] alude a una práctica de bautismo vicario, práctica de la cual no tenemos ninguna otra evidencia en los escritos paulinas u otros del Nuevo Testamento, ni del cristianismo primitivo."4
1 Corintios 15:29 dice: "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?"
La primera cosa que notar es que en el versículo citado la práctica es meramente mencionada, no recomendada. Dado que la evidencia es tan escasa, es preciso seguir principios válidos de interpretación para entender este versículo. Dos principios básicos aplican: (1) no leer el versículo aislado de su contexto, y (2) usar escrituras claras y no ambiguas para interpretar los pasajes que son ambiguas y no claras, y no viceversa.
Una lectura superficial de I Corintios 15:29 separado de su contexto, quizás sugiere apoyo para el bautismo por los muertos. Pero, un estudio cuidadoso del versículo en contexto y a la luz de otros pasajes bíblicos relevantes, demuestra que tal apoyo no es obvio.
Siguiendo los principios mencionados, debemos hacer unas preguntas diagnósticas: (1) ¿Hay algo previo en 1 Corintios (el contexto más amplio) que nos ayudará entender esta mención del bautismo por los muertos en 15:29? (2) ¿Cuál es el tema y la cadena de racionamiento que utiliza Pablo en los versículos que preceden la mención del rito (el contexto inmediato)? (3) ¿Qué relación tiene el bautismo por los muertos en versículo 29 con el desarrollo del argumento de este punto? (4) ¿Qué de otras enseñanzas sobre el bautismo en las demás epístolas de Pablo y otros libros del Nuevo Testamento? La idea de que Pablo aprueba el bautismo por los muertos, ¿es esto consistente con las enseñanzas de Jesús y los otros escritores del Nuevo Testamento acerca del bautismo?
Tales preguntas nos ayudarán interpretar correctamente el versículo 29, y evitar el error de imponerle nuestras propias ideas preconcebidas.
Un contexto más amplio. Hay tres referencias al bautismo en 1 Corintios — 1:14-17, 10:2, y 12:13. En 1:14-17 Pablo introduce el tema del bautismo en el contexto de su preocupación con los desacuerdos y facciones entre los cristianos en Corinto:
Doy gracias á Dios, que á ninguno de vosotros he bautizado, sino á Crispo y á Gayo; Para que ninguno diga que habéis sido bautizados en mi nombre. Y también bauticé la familia de Estéfanas: mas no sé si he bautizado algún otro. Porque no me envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio: no en sabiduría de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.
Por sus palabras, "no me envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio" Pablo hace recordar a los de Corinto que es el mensaje de la muerte de Cristo por nuestros pecados (recibido en fe de todo corazón) que puede regenerar y transformar la persona interna. El rito externo de bautismo, tan importante que sea como señal externo de fe y obediencia, no puede hacer esto. El hecho de que los cristianos de Corinto necesitaban este recuerdo indica que sobre-estimaban la importancia del bautismo, y el apóstol sintió la necesidad de dirigirles hacia un entendimiento correcto y balanceado de su significado.
Luego en 10:2 el apóstol usa la palabra "bautizado" para describir a los israelitas al cruzar el Mar rojo: "y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar." Aunque el uso de este término es figurativo, Pablo lo emplea para amplificar su enseñanza anterior de la prioridad que toma la fe y regeneración interna sobre el rito externo del bautismo (1:14-17). Pablo explica a los corintios, quienes al parecer tenían opinión inflado del bautismo, que a pesar del "bautismo" figurativo de los israelitas, esto no les garantizaba el favor de Dios: "Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto" (10:5).
Finalmente, en 12:13 Pablo menciona el bautismo como argumento para unidad cristiana: "Porque por uno solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo" Aquí otra vez, no es el rito de bautismo mismo que es preciso, sino la realidad de unión con Cristo, retratado por bautismo (Romanos 6:3-4), hecho realidad no por agua sino por el Espíritu.
La opinión inflada del bautismo de los corintios provee clave importante para entender el significado de 1 Corintio 15:29. Pues como veremos, El apóstol Pablo liga el bautismo por los muertos a un grupo errado dentro de la iglesia corintia, cuya enseñanza equivocada Pablo espera corregir con el capítulo 15 de 1 Corintios, incluyendo el versículo 29.
El contexto inmediato. La mejor manera de entender cualquier versículo en las Escrituras, es examinar los versículos que lo rodea. Y al leer 1 Corintios15:29 en su contexto, se ve claramente que resurrección, no bautismo, es el tema dominante por todo el capítulo 15.
En versículos 1-11, Pablo declara que Cristo, después de morir por nuestros pecados, fue resucitado. Este hecho fue atestiguado por "más de 500 hermanos" la mayoría de los cuales todavía vivían al escribir Pablo.
Luego, en versículos 12-49 el apóstol emplea una serie de argumentos en cuanto a la importancia y sensibilidad de la doctrina de la resurrección del cuerpo. Aquí, el lector de hoy día tiene que tomar en cuenta que la doctrina Hebrea-Cristiana de la resurrección, algo que nosotros damos por sentado, se consideraba una tontería dentro de la civilización griega antigua (y Corinto fue una ciudad griega).5 Lo importante notar es que el bautismo por los muertos, mencionado por Pablo en versículo 29, es uno de esta serie de argumentos usados para defender la sensibilidad de la resurrección.
Entonces, la pregunta actual es, ¿Quién en Corinto está practicando el bautismo por los muertos? y acaso ¿tienen ellos y tiene esta práctica la aprobación del apóstol?
"Algunos entre vosotros"
La pregunta franca y retórico de Pablo en versículo 12 expresa el tema del capítulo: "Pero si se predica Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?" Algo importante que notar es que el propósito especifico de la serie de argumentos en versículos 13-49 es refutar los falsos maestros dentro de la iglesia de Corinto ("algunos entre vosotros") quienes abiertamente niegan la resurrección. Lo que sigue es un resumen del pasaje:
1. Si no hay resurrección, Cristo no resucitó (vv. 13, 16)
2. Nuestra predicación es en vano, todavía estamos en nuestros pecados (vv. 14, 17)
3. Somos falsos testigos (v. 15)
4. Los que murieron en Cristo perecieron (v. 18)
5. De toda la gente, los cristianos son los más dignos de conmiseración(v. 19)
6. Como la muerte vino por un hombre (Adán) a todos los descendientes de él, también resurrección a vida vino por un hombre (Cristo) a todos que pertenecen a él (vv. 20-22)
7. El orden de la resurrección: Cristo primero, luego los que son de Cristo al momento de su llegada (vv. 23-28)
8. Los falsos maestros quienes niegan la resurrección son inconsistentes cuando bautizan por los muertos porque se basa la práctica en la esperanza de resurrección (v. 29)
9. ¿Por qué sufrir abuso para el evangelio si no haya resurrección? (vv. 30-34)
10. La resurrección es como una semilla que por muerte trae vida más abundante (vv. 35-38)
11. La naturaleza del cuerpo resucitado es distinto del cuerpo mortal, como los cuerpos de humanos, de bestias y de peces son distintos uno del otro (v. 39)
12. El cuerpo resucitado tiene más gloria que el cuerpo mortal o "animal", como el sol tiene más gloria que la luna (vv. 40-41)
13. Varios contrastes entre el cuerpo resucitado y nuestros cuerpos mortales (vv. 42-49)
Versículo 29 propone otra pregunta retórica: "¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan?" Aquí Pablo pone su enfoque en que como es el cuerpo humano que se bautiza, los que hacen este rito vicario para la persona fallecido lo hacen porque tienen esperanza de resurrección futura para esa persona. De este modo, la función principal del versículo es otro argumento que apoya la resurrección.6
¿Aprobó Pablo la práctica?
La manera impersonal en que Pablo refiere a los que practican el bautismo por los muertos señala que su mención de bautismo por los muertos no constituye una aprobación de la práctica: "¿qué harán los que …" Si el rito fuese parte legítimo de enseñanza apostólica, se anticiparía que el apóstol dijera "¿qué harían ustedes?" o "¿qué haríamos?"
Romanos 9:1-3 y 10:1-4 nos indican que muchos de los parientes judíos de Pablo no eran cristianos. Él habla del "gran tristeza y continuo dolor en mi corazón" para con sus hermanos hebreos (9:2), y declara que "el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación" (10:1). Seguramente algunos de sus familiares murieron sin bautizarse. Si el Apóstol Pablo hubiese enseñado el bautismo por los muertos, es inexplicable que se excluyese a sí mismo de los que practicaban tal rito. Pero esto es exactamente lo que hizo al escribir ¿qué harán los que …"
Que Pablo mencione esta práctica no implica que la apruebe. Su desaprobación se nota en la manera impersonal con la que nombra a los involucrados: "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos...? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?" Si hubiese sido una práctica apostólica, Pablo diría "¿qué haremos...?" o "¿qué harán ustedes? "7 Además, el Apóstol sí emplea tales expresiones más adelante, cuando se refiere a él mismo y al conjunto de los cristianos, en contraste con aquél grupo minoritario: "¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? ... ¿qué me aprovecha?" (v. 30,32). Por cierto, en el mismo capítulo Pablo se refiere a sus lectores como "ustedes" (v. 1,2,3,11,12,14,17,31, 34,36,51,58) o "nosotros" cuando él mismo se incluye (v. 3,15,19,30,32, 49,51,52).
¿Quiénes son "ellos"?
Si preguntamos a quién se refiere "ellos" en versículo 29, el contexto nos dirige al versículo 12. Son los de dentro de la congregación corintia que niegan la resurrección. Estas son las personas que Pablo desea refutar con este pasaje. Entendiendo esto, la agudeza del argumento de Pablo se esclarece. Los falsos maestros son inconsistentes: niegan la resurrección, pero practican un rito — el bautismo por los muertos — que se basa en la esperanza de resurrección.
Esto es precisamente el entendimiento del escritor cristiano primitivo Tertulian referente a este texto. En aproximadamente 180 d.C. escribió este comentario sobre 1 Corintios 15:29 — "Su [Pablo] único propósito in aludir a ello era para poder más firmemente insistir en la resurrección del cuerpo, por razón de que los que en vano bautizaban por los muertos acudieron a la práctica a causa de su creencia en tal resurrección."8
Irónicamente, la Encyclopedia of Mormonism se conforme con la misma interpretación del versículo " ... Pablo claramente refiere a un grupo distinto dentro de la iglesia, un grupo que él acusa de inconsistencia entre ritual y doctrina."9 Así que, en vez de aprobar el bautismo por los muertos, Pablo lo asocia con un grupo que el ha identificado de estar en un profundo error espiritual.
¿Por qué no refutó Pablo la práctica?
Cabe preguntarse si Pablo emplearía una práctica que desaprobaba como argumento para afirmar la doctrina de la resurrección. Sin embargo, esta objeción no es fuerte:
♦ Primero, la forma en que Pablo se refiere a "los que se bautizan" indica que el rito estaba asociado con un grupo marginal, hecho que desautoriza la práctica sin necesidad de refutación.
♦ Segundo, la historia muestra que el juicio de Pablo era correcto, ya que la práctica nunca se arraigó en el cristianismo primitivo, cosa que hasta la Enciclopedia del Mormonismo afirma, como notado arriba. El rito has sido practicado solo por unas sectas aisladas, incluyendo la secta herética Marcionita del segundo siglo, y la Sociedad Efrata, un grupo cristiano del oculto en Pennsylvania durante los 1700s.10 Estos dos grupos tienen poco en común, y menos con la doctrina mormona,11 así que el argumento que el bautismo por los muertos fue parte del cristianismo original que se perdió, carece de lógica y base histórico.
♦ Tercero, al principio de 1 Corintios Pablo dijo: "Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio" (1:17). Esta declaración subraya que el bautismo no es indispensable para la salvación como lo es la fe en Cristo, e indirectamente es una bofetada al fundamento del bautismo por los muertos, el cual implica que el bautismo es indispensable para la salvación. De paso, la afirmación sugiere que los cristianos de Corinto sobrevaloraban el bautismo, lo cual explicaría por qué surgió allí la práctica aberrante de bautizarse por los muertos.
♦ Por último, no siempre que Pablo cita una práctica significa que la apruebe. En 1 Corintios 8:10 menciona el comer carne en un templo pagano, sin condenarla. Sin embargo, de 10:19-21 se deduce que él no aprobaba tal cosa.12
¿Es el bautismo necesario para la salvación?
La premisa del bautismo por los muertos es la necesidad absoluta de bautismo por agua para obtener perdón de pecado y vida eterna. No obstante, recuerda las palabras del Apóstol Pablo, citadas anteriormente — "Pues no me envío Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio (1 Corintios 1:17). Esta declaración ciertamente implica que el bautismo no tiene igual importancia con fe en Cristo.
Sin duda el Nuevo Testamento enseña que el bautismo es paso de obediencia importante para los cristianos, pero no enseña su necesidad absoluta para obtener perdón de pecados y vida eterna.
Juan 3:5. Éste es uno de los pasajes utilizadas por la iglesia mormona para mostrar la necesidad absoluta del bautismo por agua. En el versículo Jesús dice al líder religioso Nicodemo, "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios."
Estaríamos de acuerdo que las palabras "naciere de agua" probablemente refieren al bautismo. El contexto de los Evangelios nos dirige al ministerio de Juan el Bautista, quien llamó a la gente a prepararse para la venida de Jesús el Mesías por medio del externo acto público de bautismo, significando un actitud interna del corazón de arrepentimiento. Por eso leemos en Mateo 3:5-6, "Entonces salía á él Jerusalem, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán; Y eran bautizados de él en el Jordán, confesando sus pecados.
Es notable que según Lucas 7:29-30, los fariseos (la estricta facción religiosa del cual Nicodemo fue miembro), rechazaron el bautismo de Juan. Así que, al fariseo Nicodemo, las palabras de Jesús "que el que no naciere de agua y del Espíritu," enfatizan que arrepentimiento y renacimiento van juntos como la única manera de obtener la vida eterna.
Pero, note que cuando Jesús repita su mensaje en el próximo versículo, dice lo siguiente, "Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." (Juan 3:6). Notablemente no dice que "lo que es nacido del agua y el Espíritu,13 El arrepentimiento — un verdadero reconocimiento de nuestra profunda necesidad espiritual ante un Dios santo — normalmente será seguido por la señal externa del bautismo por agua (aunque podemos pensar de unos casos profundos en que no lo es, como por ejemplo el ladrón en la cruz — Lucas 23:42-43). Pero es la actitud interna de arrepentimiento, no el rito externo de bautismo que es indispensable.
Hechos 2:38. Este es otro versículo que la iglesia mormona utiliza para enseñar la necesidad absoluta del bautismo por agua. Dice "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados." Debemos notar varias cosas aquí. Primero, como vimos en Juan 3:5, el bautismo es señal externa, un testimonio público de la decisión interna de arrepentimiento y fe en Jesucristo. Siendo así, la realidad interna es lo estrictamente esencial. Teniendo esto en mente, notamos que en Hechos 3:19 Pedro dice, "Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados" — el bautismo no se menciona. Como un comentador nota de Hechos 2:38, "sería un error enlazar las palabras "para perdón de pecados" con el mandamiento de ser bautizado a exclusión del mandamiento previo de "Arrepentíos."14
Segundo, en Hechos 10:43 Pedro dice al inconverso Cornelio y los de su hogar, "todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre." Mientras Pedro predica, el Espíritu Santo cae sobre este grupo. Esto tiene que significar que fueron nacidos del espíritu mientras respondieron en fe sencilla al oír el evangelio, cosa confirmada por las palabras de Pedro en Hechos 11:16-18. Estas personas son bautizadas, pero solo después, cuando la realidad de la obra redentora de Dios en sus corazones ya se ha confirmado. (Compare la secuencia en Efesios 1:13 de oír el evangelio, responder en fe, y recibir el Espíritu Santo.)
Tercero, el Nuevo Testamento presenta el bautismo como prácticamente igual al rito del Antiguo Testamento de circuncisión (Colosenses 2:12-13), y dice explícitamente que la circuncisión no tenía valor redentora. Sí seguimos el lógico de este paralelismo bíblico, pone a nueva luz la cuestión de la necesidad absoluta del rito externo de bautismo por agua. Por ejemplo, en Romanos 2:28-29, el apóstol Pablo declara:
"Porque no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne: Mas es Judío el que lo es en lo interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios."
Entonces Romanos 4:10-11 enseña que Abraham fue declarado justo por fe antes que fuera circuncidado, así que la circuncisión no era estrictamente necesaria para su salvación: "Y recibió la circuncisión por señal, por sello de la justicia de la fe que tuvo en la incircuncisión." Y finalmente, en Gálatas 6:15 el apóstol dice que es un corazón cambiado (el nuevo nacimiento), no un rito externo que salva: "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación."
Ya que el bautismo y la circuncisión son casi equivalentes, como señales de los pactos Viejo y Nuevo, respectivamente, sigue que en el mismo sentido, uno podría decir que "el bautismo no vale nada," excepto como un señal externo de la realidad interna de arrepentimiento y fe en Jesucristo sólo.
Es ir más allá de la enseñanza bíblica decir que el bautismo es una necesidad absoluta para tener perdón de pecados y vida eterna. El que así enseña, pone una institución religiosa y sus ritos entre Dios y el creyente, y atribuye valor salvífica al rito externo del bautismo en vez de atribuir la salvación a la realidad interna de arrepentimiento y fe, cosas que el bautismo ilustra.
Ya que hemos examinado la evidencia bíblica que se presenta para apoyar el bautismo por los muertos, creemos que queda claro que no hay conexión orgánica ni histórica entre esta práctica y la iglesia antigua. Por eso, el bautismo por los muertos no puede ser considerado práctica cristiana.
No obstante, hay un trozo más de evidencia que va en contra del bautismo por los muertos: ni el mismo Libro de Mormón lo apoya.
Conflictos con la enseñanza del Libro de Mormón
Fue notado al principio del artículo que en el Libro de Mormón hay un silencio absoluto en cuanto al bautismo por los muertos. Sin embargo, sí hay evidencia positiva del Libro de Mormón en contra de la práctica. (1) El Libro de Mormón enseña que los que mueren sin oír el evangelio (los candidatos principales para recibir bautismo por los muertos) son vivos en Cristo, y por esto, no necesitan el bautismo. (2) Enseña que el bautismo es específicamente un convenio para esta vida mortal, así que sería completamente sin sentido bautizarse por los muertos.
Con respeto al primer punto, debemos notar que Moroni 8:22 explícitamente declara que el estado de los que mueren sin saber el evangelio es semejante al estado de los niños que mueren en infancia:
Porque he aquí, todos los niños pequeñitos viven en Cristo, y también todos aquellos que están sin ley. Porque el poder de la redención viene a todos aquellos que no tienen ley; por tanto, el que no ha sido condenado, o el que no esta bajo condenación alguna, no puede arrepentirse; y para tal el bautismo de nada sirve (Moroni 8:22).
Así que, por las misma razones que el Libro de Mormón rechaza el bautismo de los niños,15 el bautismo por los que mueren sin saber el evangelio también tendría que ser rechazado.
El próximo versículo dice aun más, y específicamente condena el bautismo por estos dos grupos de individuos como vano y una burla: "antes es una burla a los ojos de Dios, el negar las misericordias de Cristo y el poder de su Santo Espíritu, y el poner la confianza en obras muertas" (Moroni 8:23).
El bautismo por los muertos también choca con la enseñanza del Libro de Mormón que dice que el bautismo es un convenio para la vida mortal. Mosiah 18:13 dice "Y cuando hubo dicho estas palabras, el Espíritu del Señor vino sobre él, y dijo: Helam, teniendo autoridad del Dios Todopoderoso, te bautizo como testimonio de que has hecho convenio de servirle hasta que mueras en cuanto al cuerpo mortal."
Según estos pasajes, los que mueren sin saber el evangelio no necesitan el bautismo, y además, como es un convenio para esta vida mortal, no podría tener pertinencia para los en el mundo del espíritu.
Estos puntos, junto con el silencio del Libro de Mormón acerca del bautismo por los muertos, constituyan una contradicción grave entre las escrituras mormonas y su práctica.
"Unas Cosas Difíciles de Entender"
No pretendemos que el argumento de Pablo en 1 Corintianos 15:29 es fácil de entender. En su propio día su compañero Pedro reconoció que en las epístolas de "nuestro amado hermano Pablo" hay cosas "algunas difíciles de entender" (2 Pedro 3:15-16). Sin embargo, creemos que él que estudia las Escrituras con oración y cuidado será dirigido por una preponderancia de evidencia a concluir que en este versículo el apóstol Pablo ni implica ni da su apoyo para el bautismo por los muertos.
Lo que es sumamente claro en las epístolas de Pablo y en toda la Biblia es el hecho de que no podemos salvarnos a nosotros mismos. Tampoco no hay institución ni rito religioso con el poder de salvarnos. Como una póliza de seguros de una compañía falsa, estas instituciones y estos ritos pueden quizás darnos un sentido de seguridad en esta vida, pero los que en ellos confían serán amargamente desilusionados cuando venga el día de juicio. Es solamente en el poder de Dios, y en su rica misericordia y gracia en Cristo, que nosotros podemos tener esperanza que nunca decepcionará.
Notas
1. Según Robert J. Matthews, profesor de escritura anciana de la universidad Brigham Young, en su artículo en la publicación mormona Ensign ("I Have a Question," [Tengo una pregunta], septiembre 1981, p. 16), José Smith "obtuvo la doctrina de salvación por los muertos por revelación y no de las páginas impresas de la Biblia." Matthews explica que esto es cierto para doctrina mormona en general: "la Biblia no fue la fuente de las doctrinas enseñadas por el profeta José Smith. Más bien, la Biblia, hasta donde esté traducida correctamente, es evidencia tangible que las doctrinas que él recibió por revelación son los mismos que los profetas ancianos obtuvieron por revelación."
Considera las implicaciones de esta declaración: la Biblia se puede usar para apoyar la revelación de los mormones, pero no hacerla crítica. Pero esto significa que las doctrinas distintivas del mormonismo no tienen conexión histórica, orgánica al ministerio terrenal de Jesucristo y sus apóstoles. Este hecho perturbante socava la afirmación de la iglesia mormona de predicar el evangelio "restaurado".
2. La edición 1977 de la guía tópica a las escrituras no incluye una referencia a Doctrina y convenios 138:33 bajo su entrada para "bautismo por los muertos," aunque la práctica se menciona allí explícitamente. "A estos se les enseñó la fe en Dios, el arrepentimiento del pecado, el bautismo vicario para la remisión de los pecados …"
3. Elderes Neal A. Maxwell y Dallin H. Oaks del Quórum de los Doce "trabajaron estrechamente con" el comité que la preparó, según un artículo en el Ensign (Marzo 1992, p. 79), revista mensual publicada por la iglesia mormona. El artículo anunció que la Encyclopedia of Mormonism fuera "obra de referencia destacada."
4. "Baptism for the Dead – Ancient Sources," [Bautismo por los muertos – fuentes antiguos] en Encyclopedia of Mormonism, 4 vols. (New York: Macmillan, 1992), 1:97.
5. La historia en Hechos 17:18-34 ilustra esto, donde Pablo predica a los filósofos en la ciudad griega de Ateo. Su auditorio escucha atentamente hasta que el menciona la resurrección de Cristo: " Y así como oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban …" (Acts 17:32). Fue punto de vista común entre muchos filósofos griegos que el cuerpo era una casa-prisión para el alma. Se pensaba que la muerte soltaría al alma de las pasiones esclavizantes y los impulsos malignos del cuerpo. De acuerdo con este punto de vista resurrección sería inconcebible, y en cualquier caso indeseable. En las palabras de un erudito del Nuevo Testamento prominente de hoy día, "Si fueran intelectuales sofisticados o simples artesanos, los griegos tenian un rasgo en común: la resurrección fue algo completamente ajeno a su panorama mundial." - Murray J. Harris, From Grave to Glory: Resurrection in the New Testament [De sepulcro a gloria: resurrección en el Nuevo Testamento], (Grand Rapids: Academie Books/Zondervan, 1990), 41.
6. Esto fue precisamente como el obispo de Milán, Ambrosio (d. C. 339-397), entendió 1 Corintios 15:29. El escribió, "[Pablo] desea demostrar cuan fijo y firme es la resurrección de la muerte, dando así el ejemplo de los que tenían tanta seguridad de una resurrección futura que hasta bautizaría los difuntos quienes habían muerto antes de ser bautizado. … Este ejemplo no es aprobación de sus acciones pero meramente demuestra su fe firme en la resurrección … En decir, "¿por qué nosotros peligramos a toda hora?" el hace una distinción de personas que demuestra que los que se bautizaban por los muertos no eran católicos" Nota que la Iglesia Católica no existía en ese entonces. Al decir "católico", Ambrosio denota la iglesia ortodoxa o universal. Ambrosio, Commentary on 1 Corinthians [Comentario sobre 1 Corintios], como citado por Bernard M. Foschini, Those Who Are Baptized for the Dead - 1 Cor. 15:29 [Los que se bauticen por los muertos] (Wecester, Mass., Heffernan Press, 1951), p. 32.
7. En un artículo sobre el tema ( "I have a question", Ensign, agosto de 1987, p. 19) Robert L. Millet, intenta suavizar esta objeción cambiando el pronombre "ellos" en "los que se bautizan" a "nosotros", para que dijese "los que nos bautizamos" en 1 Corintios 15:29.
8. Tertullian, The Five Books Against Marcion [Los cinco libros en contra de Marcion], V,10 en The Ante-Nicene Fathers (Grand Rapids: Eerdmans, no date), 3:449.
9. Encyclopedia of Mormonism, 1:97. Esto es el punto de vista de muchos otros eruditos del Nuevo Testamento también, incluyendo: G. R. Beasley-Murray, Baptism in the New Testament (Grand Rapids: Eerdmans, 1973), p. 190-91, Leon Morris, The First Epistle of Paul to the Corinthians (London: Tyndale Press, 1958), p. 219, y James A. Walther, 1 Corinthians - Anchor Bible, vol. 32 (Garden City, New York: Doubleday & Co., 1976), p. 337.
10. Tocante a el grupo de Pennsylvania del siglo 18, vea historiador mormón D. Michael Quinn, Early Mormonism and the Magic World View [Mormonismo primitivo y la visión mágica del mundo] (Salt Lake City: Signature Books, 1987), p. 181.
11. Marcion, creía que el cuerpo y el mundo material eran malignos, y fueron creados por el dios del Antiguo Testamento, quien es un ser inferior. Fue excomunicado en d. C. 144 por estas herejías. La comunidad Efrata practicaba celibato y adoración el día sábado. Ver The New International Dictionary of the Christian Church [Nuevo diccionario internacional de la iglesia cristiana], edición revisada (Grand Rapids: Zondervan, 1974,1978), pp. 345,629-30.
12. Morris, pp. 218-19.
13. Beasley-Murray, p. 303.
14. F. F. Bruce, Commentary on the Book of Acts [Comentario sobre el libro de los Hechos] (Grand Rapids: Eerdmans Publishing Co., 1954), p. 77.
15. Escritor mormón Gregory A. Prince se asombra sobre la coincidencia de que el libro de Moroni que contiene esta única referencia en el Libro de Mormón al bautismo de infantes fue producido en 1829, un año después de la muerte al nacer del primer niño de José y su esposa Emma en 1828. Power From on High [Poder de arriba] (Salt Lake City: Signature Books, 1995), p. 85.