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Nota: Esta es una serie de artículos sobre la poligamia de José Smith en vista de la declaración emitida en la página oficial de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona) en octubre de 2014. Para una visión global, favor ver nuestro artículo “La Iglesia Mormona trata el tema de la Poligamia de José Smith.”
Entre los varios santos del Antiguo Testamento citados por José Smith como precedente para su práctica del matrimonio plural o la poligamia, están los reyes israelitas David y Salomón. José Smith afirmo que la siguiente revelación le vino a él de Dios:
David también recibió muchas esposas y concubinas, y también Salomón y Moisés, mis siervos, así como muchos otros de mis siervos, desde el principio de la creación hasta hoy; y en nada pecaron sino en las cosas que no recibieron de mí. David recibió sus esposas y concubinas de mí, por conducto de Natán, mi siervo, y de otros profetas que tenían las llaves de esta potestad; y en ninguna de estas cosas pecó contra mí, sino en el caso de Urías y su esposa; así que, ha caído de su exaltación y ha recibido su porción; y no las heredará fuera del mundo, porque se las di a otro, dice el Señor. (Doctrinas y Convenios 132:38-39).
Aunque David y sobre todo Salomón en verdad tuvieron muchas esposas, la Biblia no apoya la afirmación que Dios ordenó o aprobó la poligamia.
David al principio se había casado con Mical, la hija de Saúl (1 Samuel 18:20-29); Saúl posteriormente la entregó a alguien llamado Paltiel (1 Sam. 25.44), pero David finalmente la recuperó (2 Sam. 3.13-14). Mientras tanto, él se había casado con otras dos mujeres, Abigail y Ajinoán (1 Sam. 25:42-43; 1 Cr. 3:1), y más tarde, al menos cuatro mujeres más (1 Cr. 3:2). El incluso tomó más esposas y concubinas, un número no especificado, después que hizo de Jerusalén su ciudad capital (2 Sam. 5:13; 1 Cr. 14.3). David tenía quizás una docena o más de esposas en total. La narración no dice nada al lector sobre lo correcto o sabio de estas uniones polígamas. Sin embargo, cuando el lector ve lo que sucede en el caso de Betsabé, se da cuenta (si no fuera ya evidente) que David tenía una debilidad en el área de las mujeres. El incidente con Betsabé revela que la lujuria de David con las mujeres tuvo consecuencias mortales.
José Smith afirmó que el profeta Natán dio esposas y concubinas a David. No hay nada en la Biblia para apoyar esa afirmación. Natán no aparece en la narración bíblica sino hasta 2 Samuel 7, después que David ya había adquirido a sus muchas esposas. Natán hizo, sin embargo, un comentario sobre la toma de Betsabé como esposa de David. Esto nos conduce a la que es quizás la afirmación de la Biblia de la que más se abusa sobre el tema de la poligamia.
Entonces Natán dijo a David: —Tú eres ese hombre. Así ha dicho Jehovah Dios de Israel: "Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl. 8 Te di la casa de tu señor y puse las mujeres de tu señor en tu seno. Te di la casa de Israel y de Judá; y por si esto fuera poco, yo te habría añadido muchas otras cosas. 9 ¿Por qué, pues, menospreciaste la palabra de Jehovah e hiciste lo malo ante sus ojos? Has matado a espada a Urías el heteo; has tomado a su mujer por mujer tuya, y a él lo has matado con la espada de los hijos de Amón. 10 Ahora pues, porque me has menospreciado y has tomado la mujer de Urías el heteo para que sea tu mujer, jamás se apartará la espada de tu casa. 11 Así ha dicho Jehovah: He aquí yo levantaré contra ti el mal en tu propia casa. Ante tus propios ojos tomaré tus mujeres y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus mujeres a la luz del sol. a 12 Ciertamente tú lo hiciste en secreto, pero yo haré esto ante todo Israel y en pleno día.” (2 Samuel 12:7-12 RVA)
Natán cita al Señor diciendo, “Te di la casa de tu señor y puse las mujeres de tu señor en tu seno. Te di la casa de Israel y de Judá; y por si esto fuera poco, yo te habría añadido muchas otras cosas.” Esta declaración es a menudo mal entendida, como si significara que el Señor aprobó que David tomara muchas esposas. En la narrativa histórica del Antiguo Testamento, especialmente los libros de Samuel, las frases sobre el Señor haciendo algo, son con frecuencia, hechas en el contexto que significa que ciertas cosas sucedieron según el permiso soberano de Dios, no como algo considerado moralmente bueno. El ejemplo más conocido es la afirmación que “un espíritu malo de parte de Dios se apoderó de Saúl” (1 Sam. 18:10 RVA). La narración ya ha aclarado que antes Saúl se había revelado contra Dios en una forma que era idólatra y afín a la brujería y la adivinación de lo oculto (1 Sam. 15:23). La implicación es que el Espíritu Santo ya no dirigía a Saúl y que por lo tanto, él era susceptible a los malos espíritus. Pero, el narrador dice que este espíritu malo es “de parte de Dios”, una forma enfática de decir que esto sucedió como justo castigo de Dios sobre Saúl, consecuencia de su rebelión. No podemos ni debemos interpretar este versículo para decir que Dios envió directamente o mandó a un espíritu malo sobre Saúl. Del mismo modo, probablemente no debamos entender 2 Samuel 12:8 en el sentido de que el Señor directamente le dio a David sus muchas esposas (y ciertamente no es que el ordenó a David practicar la poligamia, como José Smith afirmó) sino que soberanamente dejó o permitió a David tener muchas esposas.
Podemos saber que Dios no aprobó que David ejerciera el poder tradicional de los monarcas de tomar muchas esposas para si, porque la ley mosaica lo prohibía explícitamente: “El rey no tomará para sí muchas mujeres, no sea que se extravíe su corazón, ni tampoco acumulará enormes cantidades de oro y plata.” (Deut. 17:17 NVI). Si bien la Ley Mosaica permitió implícitamente—no aprobaba y mucho menos ordenaba—a un hombre tener dos o algunas esposas, explícitamente prohibió la adquisición de muchas esposas y advirtió que tener muchas esposas tenía el potencial riesgo de desviar de Dios el corazón del hombre. Por lo tanto, que el rey David tuviera muchas esposas es explícitamente contrario a la ley que Dios dio a Israel.
Salomón, como es bien conocido, tuvo cientos de mujeres en lo que solo puede ser llamado un harén. La Biblia expresa que el tuvo 700 esposas y 300 concubinas, “Y sus mujeres hicieron que se desviara su corazón” (1 Rey. 11:3), tal como Deuteronomio lo había advertido. La apelación de José Smith de Salomón como precedente para su doctrina y práctica del matrimonio plural es rotundamente contraria a lo que la Biblia en realidad dice.
Esta es otra pieza más de evidencia que muestra que a José, o bien no le importaba entender la enseñanza de la Biblia, o que tenía tan poco respeto por la Palabra de Dios que intencionadamente la tergiversó. Sea cual sea, lo que queda en claro es que José Smith hizo caso omiso a la enseñanza bíblica a fin de justificar su propia práctica de tener muchas esposas.