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Un elemento básico de la fe mormona es la creencia en la Primera Visión, en la que José Smith afirmó que el Padre y el Hijo se aparecieron personalmente ante él en la primavera de 1820 (José Smith – Historia 1:14). Hay muchas razones para cuestionar la veracidad de la Primera Visión. En este breve artículo, sin embargo, sólo se considerará una pregunta muy específica: ¿Vio José Smith al Padre Eterno en esa visión?
José Smith hizo varios relatos de la Primera Visión (o algo parecido) entre 1832 y 1844. Según el primero de estos relatos, José vio al “Señor,” es decir, el Señor Jesús. Sin embargo, según el relato de 1838 publicado en José Smith – Historia, él vio a “dos personajes,” el Padre y el Hijo. Si José realmente había visto al Padre, ¿cómo debe uno explicar la omisión de este suceso del relato más antiguo?
Es cierto que el relato de 1832 no niega que el Padre estuvo presente, y por tanto uno podría descartar esta crítica como un argumento de silencio. Por otra parte, la aparición visible del Padre junto con el Hijo es seguramente uno de los elementos más significativos de la historia. Ciertamente ha sido históricamente visto de ese modo por autoridades de la iglesia mormona. Gordon B. Hinckley (Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1995-2008) hizo comentarios sobre la singularidad de este aspecto de la visión: “En ningún otro tiempo del cuál tengamos registro, Dios nuestro Padre Eterno y Su Hijo Amado, el Señor resucitado, se han aparecido juntos en la tierra… Nada parecido había ocurrido antes.”[1] Es por ello que el siguiente argumento presentado por el apologista mormón Michael Ash no funcionará:
Nada se declara en los relatos de 1832, sin embargo, que hubo sólo un personaje. Si usted le dice a alguien que se había reunido con el Presidente de los Estados Unidos, ¿significa esto que no estaban presentes el Vicepresidente y la Primera Dama?[2]
El argumento de Ash prueba ser falso como defensa de la objeción particular aquí. ¡La situación es más semejante a la de alguien informando que se había reunido con el Vicepresidente pero que descuida mencionar que él también había visto al Presidente! Una vez más, la supuesta aparición visible del Padre junto con el Hijo de Dios en el bosque es considerada por los mormones como un elemento esencial de la visión y como un acontecimiento único en la historia de la revelación (lo cual sería). Su omisión, si fuera verdadera, no puede ser vista como una diferencia “pequeña” o como un asunto de “énfasis” o “enfoque.”
Un escrito reciente en LDS.org acerca de la Primera Visión reconoce el problema y sugiere que el relato de 1832 puede referirse a dos personas divinas con el mismo título “El Señor.” El artículo declara que en el relato de 1832, la declaración “El Señor abrió los cielos sobre mí y vi al Señor” quiso decir que el Padre abrió los cielos y entonces José vio al Hijo Jesucristo.[3] Incluso si esa explicación fuera correcta, el relato de 1832 todavía estaría en conflicto con el de 1838. Suponga que la declaración citada significa, “El Padre abrió los cielos sobre mí, y vi al Hijo.” Esto todavía querría decir que José vio simplemente a una persona divina, no dos.
Además, la interpretación que “El Señor” se refiere al Padre en primera instancia, pero se refiere al Hijo en segunda instancia es ad hoc y forzada. Como Stan Larson, un mormón (aunque uno poco ortodoxo) ha señalado, el pasaje utiliza el título “El Señor” repetidamente sin indicación que se refiera a dos personas divinas diferentes.[4] Una revisión de las ocurrencias del título en el relato de 1832 corrobora el argumento de Larson:
Encontré que la humanidad no vino al Señor…
Clamé al Señor por misericordia…
Y El Señor oyó mi clamor en el desierto…
Y mientras estaba en la actitud de llamar al Señor…
Y El Señor abrió los cielos sobre mí y vi al Señor…
Mirad, soy El Señor de gloria. Fui crucificado para el mundo.
Y El Señor estaba conmigo.
La aseveración de que el relato de 1832 quiso decir que José vio a dos personajes no es por lo tanto simplemente plausible (y aunque lo sea, es apenas, posible). Como se presenta, el relato de 1832 discrepa con el relato posterior de 1838 que es parte de José Smith – La Historia, la cual los mormones aceptan como Sagrada Escritura. Ni tampoco la diferencia entre los dos relatos con respecto a quien visitó a José es un asunto de un detalle incidental omitido del primer relato. Todo lo contrario, ésta es una discrepancia fundamental que refleja el hecho que la teología de José se estaba desarrollando y cambiando en la década de 1830. Este hecho se puede discernir de un examen de las revelaciones, materiales de enseñanza, sermones, y supuestas traducciones inspiradas que él produjo a través de la década.
En los inicios de los años 1830s, José defendía algo cercano al punto de vista cristiano tradicional de la doctrina de la Trinidad (vea el Testimonio de Tres Testigos; 2 Ne. 31:21; Mormón 7:7; D. y C. 20:17, 28; Moisés 7:29, 31). No habría tenido sentido en su teología en aquel momento tener el Padre y el Hijo apareciendo en la tierra en forma corporal uno al lado del otro. En las Conferencias sobre fe de 1835, que José supervisó y aprobó, se entendía que el Padre es un “personaje de espíritu” y el Hijo un “personaje de tabernáculo,” es decir con un cuerpo físico (Conferencias sobre fe 5.2). Aunque los dos “personajes” sean más específicamente distinguidos, todavía en este punto la idea de una aparición literal de las dos personas divinas en la tierra no habría encajado en la teología de José.
Para finales de los años 1830s, sin embargo, la cosmovisión monoteísta de José se estaba desintegrando, y él aparentemente veía a las tres personas de la Trinidad como tres seres separados e incluso quizá como tres Dioses. En una revelación en 1839, José anunció que un tiempo estaba pronto a ocurrir cuando sería conocido “si hay un Dios o muchos dioses,” y cuando otras verdades serían reveladas “según lo que fue decretado en medio del Consejo del Eterno Dios de todos los demás dioses antes de que este mundo fuese” (D. y C. 121:28, 32). Cerca de 1843 José estaba enseñando públicamente que Dios el Padre no era, como se declaraba en Conferencias sobre fe, un personaje de espíritu opuesto a uno de tabernáculo, sino un personaje con “un cuerpo de carne y hueso tan tangible como el de un hombre” (D. y C. 130:22).
En resumen, la aseveración de José en 1838 de que él había sido visitado en 1820 por el Padre y el Hijo como dos personajes separadamente visibles, refleja por lo tanto la etapa de desarrollo teológico de José en esa época.[5] Esta evidencia apoya la conclusión de que la Primera Visión fue una ficción, inventada por José después de que él inició la iglesia SUD y que él continuó alterando con el paso del tiempo para convenir su doctrina cambiante.
NOTAS
[1] Gordon B. Hinckley, “The Stone Cut Out of the Mountain,” Ensign, Nov. 2007, 84.
[2] Michael R. Ash, Shaken Faith Syndrome: Strengthening One’s Testimony in the Face of Criticism and Doubt, 273-79, 2nd ed., expanded and rev. (Redding, CA: FAIR [now FAIRMormon], 2013), 277.
[3] “First Vision Accounts,” LDS.org. See also James B. Allen and John W. Welch, “The Appearance of the Father and the Son to Joseph Smith in 1820,” in Exploring the First Vision, ed. Samuel Alonzo Dodge and Steven C. Harper (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, 2012), 72-73.
[4] Stan Larson, “Another Look at Joseph Smith’s First Vision,” Dialogue 47, 2 (Summer 2014): 52.
[5] See further Luke P. Wilson, “Joseph Smith’s Changing Doctrine of Deity” (Grand Rapids: IRR, 1995).