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Los Mormones: Sus Doctrinas Refutadas a la Luz de la Biblia

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Los Mormones: Sus Doctrinas Refutadas a la Luz de la Biblia

Capítulo 5b — Profetas
Marvin W. Cowan

“Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios.” ―Noveno artículo de fe, Por José Smith

El mormonismo enseña que sólo un hombre por vez en la tierra puede recibir revelación para toda la iglesia. Citan DC 28:2 para apoyar esta creencia: “Pero, he aquí, de cierto te digo, que nadie será nombrado para recibir mandamientos y revelaciones en esta iglesia sino mi siervo José Smith, hijo, porque los recibe él aun como Moisés.” (Véase también DC 43:3, 132:7 etcétera.) Muchos profetas en los tiempos del Antiguo Testamento fueron contemporáneos. Si los SUD son realmente una “restauración” de la verdad de Dios, ¿por qué esta diferencia?

Capítulo 5b — Esta es la continuación del capítulo 5 titulado “La Iglesia.” Una de las enseñanzas más importantes de la iglesia mormona es su aserción de que tienen un profeta viviente. Este segmento examina la validez de esta afirmación y contiene información acerca de los otros oficios y el sacerdocio mormón.

Los SUD citan a Amós 3:7 para demostrar que los profetas son necesarios hoy día. Dice, “Porque nada hará Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” Si Dios no hace nada sin revelarlo al profeta SUD, luego él debe saber todo lo que Dios va a hacer. Pero la historia demuestra una de dos cosas: o que los profetas SUD no sabían todo lo que Dios iba a hacer, o que lo pasaron por alto.

Por ejemplo: ¿advirtió Dios al profeta SUD acerca de la tormenta invernal que azotó a los pioneros mormones mientras iban hacia Salt Lake? ¿O fue advertido Brigham Young acerca de la plaga de grillos que destruyeron las cosechas poco después de que se fincaron en el valle de Salt Lake? Si el profeta fue advertido, ¿por qué no advirtió a nadie más? ¿Qué logra Dios advirtiendo a una sola persona que se comporta como si ignorara la advertencia?

Los hechos de la historia demuestran que Dios no revela todo a los profetas. Entonces, ¿qué significa Amós 3:7? El contexto contiene la respuesta. Amós 3:1 dice: “ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel.” Sigue diciendo en v.2: “os castigaré por todas vuestras maldades.” Dice en v.6: “¿Habrá algún mal (juicio) en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?” Por esto, v.7, usando por los SUD fuera del contexto, significa que Dios traerá juicio contra su pueblo por sus pecados. Allí declara que no lo hará sin advertir primero a su profeta. La escritura demuestra que él lo ha hecho.

Los SUD usan también Efesios 2:20 y 4:11 para demostrar la necesidad de tener profetas hoy día. Es verdad que el Nuevo Testamento habla de profetas en algunos versículos como Hechos 11:27, 28,13:1, 15:32, 21:10, etcétera. Pero la palabra “profeta” en el Nuevo Testamento tiene el sentido amplio de “uno que proclama la verdad de Dios.” En este sentido la iglesia del tiempo presente sí tiene profetas vivientes en la tierra. Pero en el sentido del Antiguo Testamento, de un oficio profético, como Isaías o Jeremías, el Nuevo Testamento es muy claro. Dice Lucas 16:16: “La ley y los profetas eran hasta Juan (el Bautista): desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.” (Véase también Mateo 11:13). Dice además Hebreos 1:1,2, “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo.” Y en Juan 12:48 Jesús declara así: “la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.” Observemos que el verbo está en el tiempo gramatical pasado. Así que los hombres serán juzgados por lo que Jesús había hablado entonces, y no por lo que algún “profeta” futuro diga que sea el mensaje de Dios.

Las muchas falsas profecías de José Smith desacreditan aun más su pretensión de ser profeta. Veamos algunos ejemplos de sus profecías falsas:

1) DC 84:1-5, una revelación dada en septiembre de 1832, dice que la nueva Jerusalén y su templo tenían que ser construidos en Misurí en esta generación. “Porque en verdad, no pasará toda esta generación sin que se edifique una casa para el Señor.” (Compárese Apocalipsis 21:2 y 22.)

2) DC 84:112-115 es parte de la revelación anterior y fue dada el mismo día. Pero fue enviado Newel K. Whitney a Nueva York, Albany y Boston para advertir a la gente “con el son del evangelio y en alta voz, de la desolación y destrucción completa que les espera si rechazan estas cosas. Porque si rechazan estas cosas, se acerca la hora de su juicio y les quedará desolada su casa.” DHC, Tomo I, p. 292 indica que Whitney llegó a esas ciudades pero que no aceptaron el mormonismo en aquel tiempo, ni hasta la fecha. Pero Nueva York, Albany y Boston siguen existiendo, mientras que Whitney ha muerto hace más de cien años.

3) DC 87, la famosa profecía de la guerra civil, fue dada el 25 de diciembre de 1832 y menciona una rebelión que iba a principiar en Carolina del Sur y dividir al norte del sur. Sin embargo, esta información se había publicado en los diarios en toda la patria seis meses antes de esta “profecía.” El 14 de julio de 1832, el Congreso hizo una ley de tarifas que rehusó aceptar Carolina del Sur. La declararon nula y sin efecto. El presidente Andrés Jackson puso en alerta a las tropas federales y la nación esperaba la guerra. Los libros de historia de los Estados Unidos y hasta el periódico Evening and Morning Star contienen los detalles. Aunque esta “profecía” fue publicada en 1852, en PGP y The Seer de 1854, no apareció en ninguna edición de DC hasta después del comienzo de la guerra civil. Cualquier estudio cuidadoso de la misma profecía revelará aun más inexactitud.

4) DC 97:19 lleva la fecha del 2 de agosto de 1833, y se trata de Zion, condado de Jackson, Misurí. Afirma que Zion no puede caer ni ser movida de su lugar. Pero dos semanas antes de esta profecía, el 20 de Julio de 1833, Zion sí fue movida. Las imprentas SUD de sus periódicos fueron destruidas, y los oficiales principales de los SUD fueron bañados con asfalto y plumas y expulsados del pueblo. Pero Smith se encontraba en Kirtland, Ohio, y no sabía del problema en Misurí cuando dio esta “revelación.”

5) DC 104:1 afirma que el Señor le dijo a Smith, “De cierto os digo, amigos míos, os doy un consejo y un mandamiento concernientes a todos los bienes de la orden la cual mandé organizar y establecer para que fuera una Orden Unida, una Orden sempiterna para el beneficio de mi iglesia y para la salvación de los hombres hasta que yo viniese.” Pero la orden unida del mormonismo dejó de existir hace mucho tiempo. Por lo tanto, no fue unida ni sempiterna, ni siguió en existencia hasta la venida de Jesús.

6) DC 111:1-11 le fue dado a José Smith el 6 de agosto de 1836, en Salem, Massachusetts. En este pasaje dice el Señor: “Tengo mucho tesoro para vosotros en esta ciudad ... pondré esta ciudad en vuestras manos ... y su riqueza de oro y plata será vuestra.” Smith fue muerto en 1844, pero ni en Salem, Massachusetts, ni entre la crónicas de los SUD tienen nada que indique que la ciudad le fue dada a él.

7) DC 124:56-60 dice que la “Mansión de Nauvoo” tenía que ser construida y pertenecer a la familia Smith para siempre. Pero después de la muerte de Smith, la mansión de Nauvoo quedó sin terminar. No pertenece a la familia Smith, sino a la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

8) Oliverio B. Huntington era un devoto mormón contemporáneo de José Smith. En el Tomo II, p. 166 de su Journal, citó la descripción hecha por José Smith de los habitantes de la luna. Escribió Huntington, “Los habitantes de la luna son de tamaño más uniforme que los de la tierra, teniendo seis pies de altura. Se visten mucho como los cuáqueros y están bastante al día en sus modas. Llegan a tener mucha edad, como mil años. Esta es la descripción de ellos, dada por José (Smith) el vidente, y podría ver todo lo que pidiera al Padre en el nombre de Jesús.”

9) En EPJS, pp. 17-18 dice José Smith: “Y ahora estoy preparado para decir, por la autoridad de Jesucristo, que de aquí a pocos años en los Estados Unidos se verá una escena de derramamiento de sangre, sin paralelo en la historia de nuestra nación; las pestilencias, el granizo, el hambre y los terremotos arrollarán a los inicuos de esta generación de sobre la faz de la tierra, a fin de establecer y preparar el camino para que vuelvan las tribus de Israel de los países del norte...por consiguiente, “‘Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida.’ Arrepentíos, arrepentíos, abrazad el convenio eterno y huid a Sion antes que el castigo desbordante os alcance, porque viven hoy en la tierra aquellos cuyos ojos la muerte no cerrará hasta que hayan visto el cumplimiento de todas estas cosas de que he hablado.” Según DHC, Tomo I, pp. 312-316 esto fue escrito el 4 de enero de 1833.

10) En EPJS, p. 302, dijo José Smith: “Yo profetizo—en el nombre del Señor Dios de Israel, que si los Estados Unidos no hacen reparación a los santos por los ultrajes que se perpetraron contra ellos en el estado de Misurí, ni castigan los crímenes que cometieron los oficiales, el gobierno será totalmente derribado y asolado en pocos años y no quedarán ni fragmentos de ollas quebradas.” La historia no menciona ninguna reparación, porque los SUD eran perseguidores tanto como perseguidos en Misurí.

Para leer otras falsas profecías de José Smith, véase DC 112:15, DC 130:15-17, PGP, José Smith 2:45, DC, Tomo II, p. 182, EPJS p. 286, etcétera. Pero José Smith no fue el único profeta SUD que dio información falsa. También la dio Brigham Young.

1) En JD, Tomo VIII, p. 271, dijo: “¿Quién puede hablarnos de los habitantes de este pequeño planeta que brilla por las noches, llamado la luna? ... Cuando usted pregunta sobre los habitantes de esa esfera encuentra que los más instruidos son tan ignorantes con respecto a los habitantes del sol. ¿Cree usted que está habitado? Me inclino a creer que sí. ¿Cree Ud. que hay vida en él? No se debe dudar; no fue creado en vano.” En p. 95 del mismo tomo dijo Young, “Nunca he predicado y enviado a los hijos de los hombres un sermón que no puedan llamar escritura (sagrada).”

2) En JD, Tomo I, p. 219, Brigham argumentó en favor de edificar el templo de Salt Lake usando “lodo o adobes” porque durarían más que el mármol o la piedra caliza. Declaró también que las primeras pirámides egipcias eran hechas de “adobes, barro mezclado con paja.”

Hay docenas de profecías falsas en las crónicas y escrituras de los SUD, pero estas son suficientes para mostrar las capacidades proféticas de los mormones. Es posible que Jesús se refería a los profetas SUD cuando dijo, “Muchos me dirán en aquel día; Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:22-23).

Exactamente ¿cuántas profecías falsas hacen que el hombre sea falso profeta? Deuteronomio 13:1-5 indica que una sola profecía falsa hacía al hombre falso profeta, que según la ley del Antiguo Testamento, debía morir. Si ese profeta apoyara la idea de “otros dioses”, era reconocido inmediatamente como falso profeta, según esos textos. Nuestro capítulo sobre “Dios” demuestra que el Dios del mormonismo es muy diferente del Dios del que Moisés habló.

Los SUD declaran con frecuencia que José Smith fue profeta porque vio a Dios el Padre y a su Hijo, y habló de El. Sin embargo, 2 Pedro 1:21 declara que los profetas lo eran porque “hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo,” no porque vieron a Dios. Su mensaje los hizo profetas, no su selección por los apóstoles ni el voto a su favor de los miembros durante alguna reunión, como hacen los SUD.

¿Habrían escogido como profetas a los hombres como Isaías, Jeremías, etcétera, si dependiera del voto de Israel? Es muy dudoso. Pero sí eran profetas aunque Israel no los aceptara.

Los SUD pretenden que los profetas son necesarios para mantener unida a la iglesia y para resolver las cuestiones de doctrina. Pero con más de cien ramos o “retoños” del mormonismo, que pretenden ser la “única iglesia verdadera”, parece que los profetas SUD no han hecho bien su trabajo. La creencia SUD en los profetas modernos es el resultado de no creer que la Biblia sea guía suficiente.

Los SUD pretenden que sus profetas producen “revelación constante y al día”, o sea escritura. Pero desde 1847 han agregado al DC solamente la “declaración oficial” de 1890. Y a PGP, el 3 de abril de 1976, agregaron la “Visión de José Smith de 1836, del reino celestial,” así como la “Visión de José Fielding Smith de la redención de los muertos”, de 1918. ¿Pero es esto revelación de actualidad? Aunque el apóstol Esdras Taft Benson dijo en la reunión semi-anual de los SUD en octubre de 1972: “Las palabras inspiradas de los profetas, ya escritas, vienen a ser escritura, y siempre que Dios tiene a su representante en la tierra, hay nuevas revelaciones y nuevas escrituras.” (Deseret News, sección eclesiástica, p. 12, del 7 de octubre de 1972). Preguntamos solamente ¿dónde está esa escritura hoy, ya que los SUD pretenden que tienen un profeta viviente?

Además, si se le pregunta a un mormón piadoso qué cosa ha profetizado el presidente Spencer W. Kimball, no es probable que pueda dar ninguna respuesta. Ni el actual profeta SUD ni sus predecesores profetizaron nada. El presidente José F. Smith, el sexto profeta del mormonismo, fue interrogado así en la corte bajo juramento por el Senador Dubois: “¿Ha recibido usted de Dios algunas revelaciones, que fueron presentadas por usted y los apóstoles en su reunión semi-anual, y que fueron apoyadas por votación?”

Sr. Smith: “¿Desde cuándo?”

Senador Dubois: “Desde que llegó a ser presidente de la iglesia.”

Sr. Smith: “No señor; ninguna absolutamente.” (caso de Reed Smoot, Tomo I, pp. 483-484).

La respuesta del presidente Smith presenta otro dilema: los SUD tenían un profeta que no profetizaba, o un profeta que mintió bajo juramento. Teniendo profetas como éste, no nos sorprende que los SUD le encuentran difícil señalar alguna revelación hecha por su profeta. Claro es que los profetas no siempre tienen que hablar del futuro, pero sí, deben de hacerlo de vez en cuando. De otra manera, ¿por qué llamarlos profetas?

Los SUD contradicen rápidamente a los que dicen, “nuestro pastor es profeta en el sentido de proclamar la Palabra de Dios, y nuestros misioneros son apóstoles cuando son enviados con su mensaje”, (porque eso es lo que significa “apóstol”.) Los SUD declaran que Efesios 4:11 menciona los oficios de apóstol y profeta, y cualquier iglesia que no los tiene, es apóstata. Pero Efesios 4:11 también menciona evangelistas y pastores, y los SUD no tienen tales oficios. Dicen muchas veces, “nuestro obispo es pastor y nuestros setenta son evangelistas.” Pero si pueden interpretar los títulos de algunos oficios, ¿cómo condenan a otros por hacer lo mismo?

Otros oficios eclesiásticos

Filipenses 1:1 dice, “a todos los santos ... con los obispos y diáconos.” En la iglesia de los filipenses, entonces, había santos (hombres laicos), diáconos y obispos (o ancianos, presbíteros, pastores, que son todos el mismo oficio). Las palabras “anciano” y “obispo” se usan igualmente para representar al mismo oficial (Hechos 20:17,18, Tito 1:5,7). A veces la palabra griega “presbúteros” se traduce “anciano” en el sentido de persona de mayor edad, como en 1 Timoteo 4:1,2). Pero sólo los oficios de diácono y obispo (pastor) tienen los requisitos mencionados en el Nuevo Testamento, y la iglesia SUD no satisface esos requisitos.

Los requisitos del diáconos se expresan en 1 Timoteo 3:8-13, uno de los cuales es que sea casado y cabeza de su familia. ¡Pocos diácono de 12 años de edad en la iglesia SUD podrían satisfacer este requisito!

Primera Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9 dan los requisitos para obispos y ancianos, e indican que tienen un ministerio de educación espiritual, etcétera. Pero DC 107:68 enseña que el oficio del obispo es “administrar todas las cosas temporales.” De esta manera han pasado por alto los requisitos bíblicos mientras insisten en que son la “iglesia restaurada.” Han añadido oficios que tienen nombres bíblicos, pero que nunca eran “oficios” en la iglesia. Por eso, no dan ningún requisito para ellos. Algunos ejemplos de éstos son los oficios SUD de maestro, sacerdote, sacerdote principal, los “sesenta”, patriarcas, etcétera. Han añadido también oficios que no tienen ni nombres ni requisitos bíblicos. Estos son: Presidente de la iglesia, primer presidencia, presidencia de estaca, obispado presidente, etcétera. Todo esto refuta su pretensión de ser “iglesia restaurada.” Ya que estos oficios nunca eran parte de la iglesia, no podrían restaurarse. Por tanto, la iglesia SUD no es una restauración sino una substitución.

El Sacerdocio

“Creemos que el hombre debe ser llamado de Dios, por profecía y la imposición de las manos, por aquellos que tienen la autoridad para predicar el evangelio y administrar sus ordenanzas.”

Quinto artículo de fe por José Smith

En el manual SUD para hacer prosélitos, publicado en 1971, titulado “Un sistema uniforme para enseñar a los investigadores” (título traducido) leemos en pp. 14-15, “Sí, él (Jesús) les dio (a los apóstoles) el poder y la autoridad para actuar en su nombre. Esta autoridad se llama en las escrituras el sacerdocio. Ahora que los apóstoles tenían el sacerdocio, ¿cuáles eran algunas cosas que podrían hacer?”

Estas declaraciones no tienen apoyo bíblico. La Biblia no dice que Cristo les entregó a los apóstoles alguna autoridad llamada “sacerdocio” ni que el sacerdocio sea necesario para actuar de parte de Dios. Pero se les enseña a los SUD que el sacerdocio es necesario para que Dios pueda “reconocer” el bautismo de uno. Hablamos más sobre esto, bajo el tema de “bautismo” en nuestro capítulo sobre la salvación.

La cena del Señor es otra ordenanza que, según la teología SUD, requiere la autoridad sacerdotal. Los elementos que usan son el pan blanco y el agua. Y porque participan de este “sacramento” cada domingo, ha llegado a ser cosa trivial para muchos mormones. Originalmente DC 20:40 y 75 decían que los elementos debían ser “pan y vino.” Más tarde, el Señor cambió de parecer y dijo, “no importa lo que se come o lo que se bebe al participar del sacramento” (DC 27:2). Cada semana dos hombres repiten las mismas oraciones, y los diáconos, que tienen de 12 a 14 años, la distribuyen. La oración por el pan se encuentra en DC 20:77 y en LM, Moroni 4:3. La oración por el agua está en DC 20:77 y en Moroni 5:2.

Los SUD citan con frecuencia Juan 15:16; “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros”, para comprobar que la autoridad se comunica por medio de la ordenación. ¡Pero eso es menos de la mitad del versículo, y suspenden la lectura en una coma! De todas maneras, esa ordenación no es para ningún sacerdocio, sino para “llevar fruto” que dure. Ni Juan 15:16 ni ningún texto del Nuevo Testamento dice que Jesús “impuso las manos en los apóstoles” para darles el sacerdocio, como enseñan los SUD. La palabra “ordenar” puede incluir la imposición de manos. Pero también puede significar “designar” algo o alguien. Por ejemplo, en DC 89:14 dice que “Todo grano ha sido designado para el uso del hombre y de las bestias.” (Nota del traductor: En el original inglés, la palabra “designado” es “ordenado”, demostrando que las mismas escrituras SUD no usan la palabra solamente para la imposición de manos.)

En GTA p. 61, dice Hunter, “El sacerdocio es probablemente el detalle más importante del evangelio.” Luego cita a José Smith diciendo: “El sacerdocio fue entregado primero a Adán; él recibió la Primer Presidencia, tenía en su poder las llaves de ella de generación en generación. La obtuvo en la creación, antes que fuese formado el mundo ... le fue dado el dominio sobre toda criatura viviente. El es Miguel, el arcángel, mencionado en las escrituras. Luego pasó a Noé, que es Gabriel; él ocupa el segundo lugar en su autoridad en el sacerdocio, después de Adán.” Tales creencias no encuentran ningún apoyo en la Biblia. Se basan más bien en la palabra de José Smith. Por esto, a los que hablan con los mormones para convencerles de su error, se les pregunta casi al principio. “¿De dónde recibió usted su autoridad?”

Todos los mormones creen que recibieron su sacerdocio de José Smith, quien lo recibió de Pedro, Jacobo y Juan, quienes a su vez lo recibieron de Cristo. Los SUD afirman que todos tienen que recibir su autoridad como Aarón. Citan Hebreos 5:4: “Nadie tomo para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.” Luego afirman que Aarón fue llamado por Moisés en Éxodo 28:1. Pero Hebreo 5:4 dice: “llamado por Dios”, no “llamado por Moisés” ni “llamado por la imposición de manos” como lo interpretan los SUD. En realidad, Éxodo 4:27 dice: “Y Jehová dijo a Aarón.” Así que fue llamado personalmente por Dios, no por Moisés. Aun en DC 132:59 el Señor dice: “He aquí, si algún hombre fuere llamado de mi Padre, como lo fue Aarón, por mi propia voz y por la voz del que me envió.” Nada se dice acerca de la “imposición de manos” para llamar a Aarón al oficio de sacerdote. Aarón fue “ungido” (Éxodo 40:13) pero así también lo fue el tabernáculo y todo lo que contenía (Éxodo 40:9-15). Seguramente que este ungimiento no fue con la imposición de manos para entregarle al tabernáculo el sacerdocio. ¡De otra manera, no sólo el tabernáculo sino todo lo que contenía fue ordenado al sacerdocio!

La obra básica del sacerdocio siempre ha sido el de mediador entre los hombres de Dios. Los sacerdotes levíticos del Antiguo Testamento eran mediadores, y tenían que ser de la tribu de Leví y de los hijos de Aarón (Números 3:6-12, DC 107:16). Comúnmente, los SUD pretenden ser de las tribus de Efraían o Manasés, y por esto, no son aptos para el sacerdocio. Además los sacerdotes SUD nunca han cumplido los deberes de los sacerdotes, sean ordinarios o principales, ofreciendo sacrificios (Éxodo 29:38-44, Hebreos 5:1, 8:3). No se puede separar a los sacerdotes de los sacrificios hoy día, no tendrían ningún valor, porque los sacerdotes levítico y aarónico fueron sustituidos por Jesucristo, el gran sacerdote eterno (Hebreos 7:11-17, 10:8-21). El es ahora el único mediador (sacerdote) entre los hombres y Dios (1 Timoteo 2:5, Hebreos 7:24, 25, Juan 14:6).

Aunque los sacerdotes aarónicos siguieron funcionando hasta el año 70 después de Cristo, cuando Dios permitió al ejército romano destruir el templo de Jerusalén, su sacerdocio terminó realmente en la crucifixión de Cristo cuando “el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mateo 27:51). Pero algunos de los sacerdotes no entendieron el mensaje, y remendaron esas pesada cortina que separaba entre el Santuario y el Lugar Santísimo (Hebreos 9:2, 3). Luego siguieron ofreciendo los sacrificios, que eran solamente figuras o símbolos del sacrifico de Cristo mismo (Hebreos 9:1-10, 10:21). Pero los verdaderos seguidores de Cristo entran “en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo a través del velo, esto es, de su carne.” (Hebreo 10:19, 20). Cuando Cristo murió en la cruz, Dios rasgó el gran velo del templo, que tenía 60 pies de largo, desde arriba abajo. Así descubrió el Lugar Santísimo, declarando así simbólicamente que por la muerte de Cristo los creyentes tienen acceso directo a Dios.

En los días del Antiguo Testamento había solamente un sumo sacerdote en la tierra a la vez. Cada año entraba al lugar santísimo para ofrecer la sangre de un sacrificio por sí mismo y por el pueblo (Éxodo 30:10, Hebreos 9:7, 20). Pero en el Nuevo Testamento Jesucristo es tanto el sacrificio como el sumo sacerdote (Hebreos 9:11, 12, Juan 1:29). Su cuerpo fue ofrecido una vez, así que no hay más sacrificio por el pecado (Hebreos 7:26, 27, 9:11, 12, 26, 10:10-14). Y porque esa obra fue terminada, ya no hay necesidad de algún sumo sacerdote aquí en la tierra. Hebreos 8:1-6 dice que Cristo, el único sumo sacerdote, está en el cielo.

Repetidamente declara la carta a los Hebreos que Jesucristo es el único sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos 3:1, 5:6, 10, 6:20, 7:11, 15, 17, 21, 24, 26, 8:1, 9:11). El sacerdocio de Melquisedec es “inmutable”, o sea “intransferible”; no se puede pasar de uno a otro (Hebreos 7:24). No lo recibió de nadie ni lo da a nadie. Y porque vive para siempre (Hebreos 7:25), él está constituido para siempre (Hebreos 7:28) como sacerdote, según el orden de Melquisedec (Hebreos 7:15-17).

Seguramente, si Jesucristo vive para siempre y es nuestro sumo sacerdote, no necesitamos otros sacerdotes. Así que las pretensiones SUD contradicen la Biblia en varios puntos: 1) Había sumos sacerdotes según la ley del Antiguo Testamento, pero en ninguna parte dice la Biblia que tenían el sacerdocio de Melquisedec, 2) No había muchos sumos sacerdotes, sino uno solo (legalmente) a la vez, 3) Los sacerdotes tenían que ser descendientes de Aarón (Números 20:28, 25:10-13).

En dos ocasiones, dos hombres fueron llamados sumos sacerdotes simultáneamente (1 Crónicas 15:11, Lucas 3:2), pero sólo uno de ellos lo era legalmente. Hoy, Jesucristo es el único sumo sacerdote legal. Sin embargo, algunos hombres SUD pretenden ser sumos sacerdotes (sacerdotes principales) también. Hebreos 7:27, 28 habla de “sumos sacerdotes” porque cuando murió alguno, fue sustituido por otro (Números 20:28, Hebreos 7:23). La iglesia SUD tiene miles de sacerdotes principales hoy, que no son descendientes de Aarón, y por tanto, no pueden pretender el mismo oficio. Todos los sumos sacerdotes mencionados en el Nuevo Testamento, eran parte del judaísmo, no de la iglesia. El sumo sacerdote trató de matar a Jesús (Mateo 26:57-66) y persiguió a los cristianos (Hechos 9:1, 2). No existe ningún oficio de sumo sacerdote (o sacerdote principal) en el Nuevo Testamento. De manera que si los SUD pretenden tenerlos, tales como se mencionan en el Nuevo Testamento, deben ser identificados con los perseguidores de Cristo y de los cristianos.

Los SUD enseñan que José Smith necesitaba el sacerdocio antes de que pudiera establecer la iglesia. Pero nada en la Biblia dice que apóstoles, obispos, diáconos, o ningún otro oficio neo-testamentario tenía también el sacerdocio de Aarón o de Melquisedec. Entones, ¿por qué lo necesitaba José Smith? Tampoco enseña la Biblia que la iglesia o el sacerdocio serían restaurados.

El LM también se calla absolutamente sobre el sacerdocio de Aarón. Y el de Melquisedec se menciona sólo una vez, donde se refiere directamente a Melquisedec. Si el LM es “la plenitud del evangelio eterno” (DC 20:9, 27:5, 42:12, y PGP, José Smith 2:34) pero no menciona el sacerdocio en la iglesia, ¿por qué enseña la iglesia SUD que es tan importante? El LM sí menciona los sumos sacerdotes, las funciones eclesiásticas, etcétera pero nunca enseña que los sumos sacerdotes tenían el sacerdocio de Melquisedec. Los SUD solamente suponen que lo deben tener, ya que la iglesia de hoy dice que eso es muy importante.

Hechos 6:7 dice que “muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Pero esos convertidos del judaísmo al cristianismo nunca sirvieron como sacerdotes en la iglesia. Los SUD afirman que Jesús no estaba aquí en persona para controlar al sacerdocio por eso dejó a sus apóstoles encargados para hacerlo. Pero Colosenses 1:18 dice que “el (Cristo) es la cabeza del cuerpo que es la iglesia”, aunque está en el cielo. Y en Mateo 28:18 dijo Jesús: “Toda potestad (autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra.” Si Jesús la tiene toda, los hombres no tienen ninguna. También, el Espíritu Santo fue dado a la iglesia para “guiarla a toda la verdad” (Juan 16:7-15). Así que no estamos aquí en la tierra con solamente los hombres como guías. Todos los cristianos poseemos el sacerdocio santo o real, mencionado en 1 Pedro 2:5 y 9. Pero este sacerdocio no es ni de Aarón ni de Melquisedec. Ni excluye a las mujeres ni a los negros (véase Gálatas 3:28, Hechos 10:34, Romanos 2:11, 10:12, Efesios 6:9). Aun el LM, II Nefi 26:23 y Jacob 2:21 declaran que Dios ve a todos los hombres iguales. ¿Por qué no los ven así en los SUD? Su propia escritura contradice su práctica de excluir a los negros y a las mujeres de su sacerdocio.

El origen del sacerdocio SUD

Los SUD enseñan que Juan el Bautista se apareció a José y Oliverio y les dio el sacerdocio aarónico. Este evento se encuentra en PGP, José Smith 2:68-73. Varias cosas de este relato le confunden a uno, bastante: por ejemplo, Juan el Bautista les dio el sacerdocio aarónico a José y a Oliverio que no se habían bautizado. Ya que los SUD creen que el bautismo es necesario para la salvación, debían ser pecadores sin salvación cuando recibieron este sacerdocio. Los SUD enseñan que el bautismo debe recibirse primero que el sacerdocio. Luego, ¿por qué no los bautizó primero Juan el Bautista? Tenía esa autoridad, porque había bautizado al Señor (Mateo 3:13-16). Seguramente si el Espíritu del Señor pudo bautizar a Adán (PGP, Moisés 6:64-65), el espíritu de Juan el Bautista podría bautizar a Oliverio, y Oliverio a José. Sin embargo, porque José no se había bautizado cuando bautizó a Oliverio, el bautismo de éste era nulo según las normas de los SUD. Luego Oliverio, bautizado impropiamente, bautizó a José. Pero ya que el bautismo de Oliverio no valía, tampoco valía el de José, según las normas de los SUD.

En seguida, José, que se había bautizado impropiamente, confirió el sacerdocio aarónico a Oliverio, que tampoco era bautizado correctamente, cosa que los SUD rechazarían actualmente. Oliverio, entonces, impropiamente bautizado y ordenado, confirió el sacerdocio aarónico en José, que no se había bautizado correctamente.

Pero Juan el Bautista ya había conferido en ellos el sacerdocio de Aarón antes de que ellos se bautizaran el uno al otro. Ya que confirieron el mismo sacerdocio el uno sobre el otro, ¡debían haberlo perdido mientras se bautizaban! Esto también hace nulos los bautismos de ellos. Y porque José y Oliverio se ordenaron después de bautizar el uno al otro, debían de reconocer que no habían recibido ningún sacerdocio de Juan el Bautista; si lo recibieron, lo habían perdido. De cualquiera manera, no tenían la autoridad de bautizar ni de ordenar. Ni José ni Oliverio tenían el sacerdocio después de bautizarse el uno al otro. De otra manera hubiera sido una necedad ordenarse para recibir lo que ya poseían.

En v. 70 (PGP, José Smith 1) dijo Juan el Bautista que “este sacerdocio aarónico no tiene el poder de imponer las manos para comunicar el don del Espíritu Santo.” Pero en v. 73 dijo José, “No bien hube bautizado a Oliverio Cowdery, cuando el Espíritu Santo descendió sobre él, además, tan pronto como él me bautizó recibí también el espíritu de profecía. Nos sentimos llenos del Espíritu Santo, y nos regocijamos en el Dios de nuestra salvación.”

El don del Espíritu Santo no viene a los SUD hoy de esta manera, sino solamente por la imposición de las manos. Juan el Bautista había sido lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre (Lucas 1:15, DC 84:27). Entonces, ¿por qué no podría conferir el Espíritu Santo en José y Oliverio por imposición de las manos? Juan el Bautista parece ser algo inútil en la restauración del sacerdocio aarónico, ¡porque lo único que hizo (ordenar a José y Oliverio) se repitió después, sin él! Para evitar la confusión, ¿por qué José no se bautizó a sí mismo mientras bautizaba a Oliverio? Eso es lo que hizo Alma cuando bautizó a Helam (LM, Mosíah 18:14). No hay mención del sacerdocio, pero si Alma lo tenía, lo recibió antes de ser bautizado, cosa contraria al procedimiento de los SUD.

Además, los tres discípulos nefitas y Juan el apóstol (LM, III Nefi 28, DC 7) recibieron la promesa de vivir en la tierra y traer almas a Jesús hasta que viniera la segunda vez. No hay evidencia de que hayan tenido éxito. Ya que ellos tenían el sacerdocio, seguramente podían ayudar a restaurar la iglesia en el mundo. Pero todos fueron pasados por alto menos Juan. ¿Cómo podría haber una apostasía total mientras estos cuatro apóstoles estuvieran en la tierra? A menos que ellos también apostataran en sus “cuerpos cambiados.” Los SUD pretenden que Juan el apóstol sí ayudó a restaurar el sacerdocio de Melquisedec junto con Pedro y Jacobo. Pero ellos que habían estado muertos durante siglos, hicieron tanto como Juan, el que siguió vivo desde el tiempo del ministerio terrenal de Cristo (PGP, José Smith 2:72).

Los SUD no ofrecen evidencia alguna de que Juan hiciera algo más durante todo ese tiempo, por lo tanto ¡pudo haber estado muerto también! Por esto, toda esta enseñanza de una apostasía total y una restauración es difícil de creer. Si hoy alguien dijera que Juan el Bautista u otro apóstol había vuelto de la muerte para darles el sacerdocio necesario para hacer la obra del Señor, los SUD serían los primeros en rechazar esas pretensiones. Sin embargo, esperan que otros acepten sus pretensiones sin presentarles ninguna evidencia aceptable.

Los SUD conservan muchos tomos de crónicas, pero no tienen ninguna sobre la restauración del sacerdocio de Melquisedec, que explique cuándo y dónde Pedro, Jacobo y Juan visitaron a José Smith. DC 27:12, que menciona esta visita, lleva la fecha de agosto de 1830. Los SUD usan esto como evidencia histórica (véase Ensign, de junio de 1973, p. 5). Pero Pedro, Jacobo y Juan no se mencionan en esta revelación, en la edición original de 1833, del Book of Commandments. (Este libro precedía al DC.) Aparecieron estas revelaciones primero en DC en 1835. Se puede ver que han añadido 13 1/2 versículos a esta “revelación.” Este inserto pone todo el evento en tela de duda.

David Whitmer, uno de los tres testigos del LM, dice que el sacerdocio y los sacerdotes principales fueron desconocidos y no eran parte de la iglesia SUD por casi dos años al principio. (Véase su Address to All Believers in Christ, p. 64.) Este es el mismo libro que usan los SUD para demostrar que Whitmer nunca negó su testimonio sobre el LM. Los SUD pueden aceptar estas dos declaraciones, o bien rechazarlas. Pero se contradicen si aceptan una y rechazan la otra. Si los SUD no sabían nada del sacerdocio durante los dos primeros años, y si fue solamente el invento de Sidney Rigdon, como afirma Whitmer, entonces la iglesia SUD no fue fundada en la autoridad del sacerdocio. Pero si Whitmer mintió en el asunto del sacerdocio, ¿por qué debemos creer su testimonio sobre el LM? En cualquiera de los dos casos, los SUD se enfrentan con un dilema.

DC 20, que originalmente era el capítulo 24 del Book of Commandments, no decía nada de los sacerdotes principales ni de su sacerdocio. Los vv 65-76 fueron introducidos más tarde, en DC 20, sin indicar ningún cambio. José Smith mismo escribió en junio de 1831 que “la autoridad del sacerdocio de Melquisedec fue manifestada por primera vez en varios de los ancianos” (DHC, Tomo I, pp, 175-176). En JD, Tomo XI, p. 4, se nos dice que Esdras Booth, ministro metodista, estuvo presente cuando los ancianos recibieron en un principio el sacerdocio principal, en junio de 1831. Esta fecha es posterior por más de un año, porque la iglesia SUD fue fundada el 6 de abril de 1830. Aunque los SUD enseñan que Pedro, Jacobo y Juan confirieron el sacerdocio principal en José Smith, citan el mensaje de Guillermo Cowdery en 1848, que dice: “Estuve yo con José cuando el sacerdocio más elevado, es decir, de Melquisedec, fue conferido por un santo ángel de arriba.” Esto no fue publicado en ninguna obra de los SUD sino hasta que apareció en Deseret Newsen 1859, nueve años después de la muerte de Cowdery (A New Witness for Christ, Tomo I, p. 72). Cuando José Fielding Smith citó esta declaración en DS, Tomo III, p. 99, “aclaró” el relato cambiándolo para que diga así: “Yo también estuve con José cuando el sacerdocio más elevado, es decir, el de Melquisedec, fue conferido por algunos santos ángeles de arriba.” Ahora debemos preguntar si Cowdery dijo ángel o ángeles. ¿Y merece la confianza su palabra? El apóstol Jorge A. Smith indicó en JD, Tomo II, pp. 2-3, que Oliverio no sabía la diferencia entre una revelación verdadera y una falsa. Así que DC 28 fue recibido por José Smith para ayudarle. Times and Seasons (periódico mormón impreso en 1840) Tomo I, pp. 22-23 y 81, ¡dice que Cowdery era mentiroso! Sin embargo, su mensaje es la evidencia ofrecida por los SUD para su sacerdocio principal.

Es fácil jactarse diciendo: “Yo soy millonario.” Pero demostrarlo es otra cosa. También es fácil jactarse acerca del sacerdocio. Pero es difícil demostrar que tal sacerdocio fue recibido o que los SUD lo tengan ahora. La falta de apoyo bíblico, la confusión en sus propias crónicas, y su incapacidad de demostrar este poder o autoridad para hoy, es evidencia de que los SUD no tienen lo que profesan tener.