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¿Quienes son los “dioses” de los cuales se hablan en Juan 10:34 y Salmo 82:6?

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¿Quienes son los “dioses” de los cuales se hablan en Juan 10:34 y Salmo 82:6?

Traducción Joel B. Groat

En Juan 10:30-39 leemos acerca de un conflicto entre Jesús y algunos de los judíos quienes le criticaban. El conflicto se debe a la declaración de Jesús, “Yo y el Padre uno somos” (versión Reina Valera aquí y por todo el artículo). Sus antagonistas entienden estas palabras como afirmación de deidad, lo cual explica su respuesta inmediata – agarran piedras para apedrear a muerte a Jesús por su pecado de blasfemia (vv. 31,33, vea Levítico 24:16). Jesús responde citándoles la Escritura de Salmo 82:6, “¿No está escrito en vuestra ley: yo dije, dioses sois?” Hoy día los mormones entiendan estas palabras como apoyo para su doctrina que hay una pluralidad de dioses y que los seres humanos puedan progresar a “exaltación” o ser dioses, en la vida venidera. Esto se cumple a través de obediencia a los principios del evangelio y las ordenanzas (rituales) del templo mormón.

"Hoy día los mormones entiendan estos versículos como apoyo para su doctrina que hay una pluralidad de dioses y que los seres humanos puedan progresar a “exaltación” o ser dioses, en la vida venidera."


Una indicación inmediata de que hay problemas con la interpretación mormona de esta escritura es el hecho que la declaración de Jesús esta en la voz presente: “dioses sois.” La Iglesia Mormona enseña que los humanos puedan llegar a ser dioses en la vida venidera, pero no dice que somos dioses ahora ni que se puede lograr la deidad en esta vida. Así que, cualquier sea la conclusión a que lleguemos referente la interpretación de este pasaje, no es obvio que apoya la doctrina de que los humanos puedan progresar a ser dioses en la vida venidera.

La comprensión del hebreo del Salmo 82

Para discernir el significado verdadero de las palabras de Jesús, necesitamos volver a Salmo 82 y determinar quiénes son los que son designados como “dioses.” En el versículo 1 leemos, “Dios [hebreo: elohim] está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses [elohim] juzga.”. ¿Este versículo provoca dos preguntas: (1) ¿Qué es exactamente esta congregación de “dioses” dirigido por Dios? (2) ¿Cómo es que la misma palabra en hebreo – elohim – puede significar tanto Dios (singular) y dioses (plural)? ¿Qué base tiene el traductor para rendirlo como singular (Dios) en un caso y en el plural (dioses) en otro? Nosotros examinaremos el primer de estas preguntas ahora, y regresaremos a la segunda pregunta más luego en el artículo.

Con respecto a la primera pregunta, ¿quiénes son los designados como “dioses,”? es importante notar que en el contexto inmediato estas personas son reprendidas por Dios por no cumplir fielmente su responsabilidad de castigar al malvado y defender al inocente:

¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah
Defended al débil y al huérfano;
Haced justicia al afligido y al menesteroso.
Librad al afligido y al necesitado;
Libradlo de mano de los impíos.


Nota también, en v. 7 que Dios les dice, “Pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis” [hebreo, sar, el príncipe, el gobernante, el líder, el jefe, el oficial]. Basado en lo que indica el contexto, la interpretación más obvia de elohim es que aquí se refiere a gobernantes mortales y humanos. ¿Qué nos indica esto? (1) el papel de juzgar el malvado y defender el inocente, es papel de gobernantes humanos, y (2) el destino de muerte es el destino de mortales. A base de este contexto, no tiene sentido pensar que esto se refiere a humanos progresados a deidad, como enseña la doctrina mormona. Según enseñanza mormona los que progresan a deidad gobernarán sus propios mundos poblados por sus propios niños procreados en espíritu. Pero no gobernarán sobre gente en este presente mundo. Además, ellos habrán llegado a ser inmortales y ya no estarán bajo el poder de la muerte. Por otro lado, ambos factores contextuales concuerdan con la interpretación de elohim como gobernantes humanos como mortales a quién Dios da la responsabilidad de administrar la justicia social.

¿Pero por qué usa el escritor inspirado de Salmo 82 la palabra elohim para designar estos jueces humanos? ¿Encaja tal aplicación de la palabra dentro de las definiciones conocidas para este término en hebreo? La respuesta a esta pregunta es un sencillo ‘Sí.’ Consulte cualquier diccionario o léxico hebreo, tal como el Hebrew and English Lexicon of the Old Testament [Léxico hebreo e inglés del Antiguo Testamento] (Oxford University Press), y encontrará que la palabra elohim tiene 3 sentidos diferentes: puede designar (1) el único Dios vivo y verdadero, (2) dioses falsos (ídolos), y (3) gobernantes y jueces humanos que tienen un papel semejante al de Dios sobre otros seres humanos. Casi siempre el sentido correcto se determina fácilmente del contexto (y también en muchos casos los factores gramaticales indican la definición apropiada). Considere dos otros pasajes en que el contexto muestra claramente que elohim es gobernantes o jueces humanos:

Éxodo 21:5-6. “Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; entonces su amo lo llevará ante los jueces [elohim], y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.”

Aquí la Ley Mosaico prescribe un procedimiento legal para la circunstancia en que un siervo desea rendir su derecho a la libertad y ser sirviente a su amo para toda la vida. Es situación de vida ordinaria en el Israel antiguo. ¿A quién esperaríamos que sería traído tal caso tan ordinaria? El pasaje no tiene sentido si entendemos elohim aquí como humanos progresados a deidad después de la muerte quienes ahora pueblan y gobiernan sus propios mundos, como enseña doctrina mormona. ¿Por qué serían utilizados ellos para presenciar el acto de un amo que taladra un hoyo por la oreja de su sirviente como un testimonio público que el sirviente renuncia su derecho a la libertad? Pero, lo que sí da sentido perfecto al pasaje, es traducir elohim como “jueces” (como lo hace la versión Reina Valera aquí), oficiales civiles humanos con el cargo de administrar la clase del procedimiento legal descrito aquí. Y como hemos visto, esto es uno de los significados léxicos conocidos y aceptados para esta palabra en hebreo.

Éxodo 22:7-8. “Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble. Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces [elohim], para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo.”

Aquí otra vez, la ley Mosaica describe una situación de la vida diaria – la pregunta difícil de quien se hace responsable cuando una persona haya almacenado sus pertenencias en casa de un vecino, y sus cosas son robadas de allí. La ley prescribe que si no se encuentra ningún ladrón, el elohim de Israel son los que deben tratar de determinar si el dueño del hogar se ha comprometido en el fraude, o si es inocente. Otra vez, el contexto claramente nos dirige a concluir que en este pasaje los elohim son oficiales humanos, no son dioses en el sentido de seres exaltados.

Uno que lee Salmo 82 y no está familiarizado con el idioma de hebreo, y en particular, con la variedad de significados para la palabra hebrea elohim, quizás encuentre extraña que la Escritura se refiere a gobernantes de Israel como elohim. Sin embargo, como hemos visto, esto es claramente uno de los significados conocidos de la palabra, y es el único significado que tiene sentido dentro del contexto de Salmo 82:6.

Juan 10:34: La manera en que Jesús utiliza Salmo 82

Entendiendo que “dioses” dentro del Salmo 82:6 se refiere a humanos que gobiernan, ahora podemos volver a Juan 10:34 y considerar lo que Jesús quiere decir al citar este versículo. Jesús ha dicho que él y el Padre son uno, implicando que él es Dios (v. 30). Esto ha incitado a sus enemigos judíos tomar piedras para apedrearlo, pues consideran esto blasfemia (vv. 31-33). Jesús responde,

“¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?” (vv. 34-36)

El estilo de la respuesta de Jesús se llama “argumento afortiori,” significando que si la premisa es verdad, un segundo punto sigue con fuerza lógica aún más grande. Primero, Jesús cita como precedente al Salmo 82:6, donde Dios llama ciertos seres humanos “dioses.” Como nosotros ya hemos visto, “dioses” en este versículo se refiere a gobernantes humanos en su papel como jueces de Israel. Jesús describe a los que son llamados por el salmista “dioses” como, “a quienes vino la palabra de Dios,” que sería completamente consistente con el entendimiento que esto se refiere a seres humanos. Jesús entonces razona que si estos gobernantes humanos son llamados “dioses” en virtud de la dignidad de su posición como gobernantes o jueces,1 cuánto más (afortiori) puede él, como uno mandado por el Padre, ser llamado Hijo de Dios.

Ni Jesús ni el salmista enseñaron que seres humanos pueden llegar a ser Dioses. En otros pasajes la Biblia enseña fuerte y repetidamente que hay sólo un Dios verdadero,2 y que todos los otros “dioses” así llamados, en ninguna manera son dioses verdaderos como lo es Dios.

Si en el hebreo la palabra “elohim” es plural, ¿cómo se puede traducir como singular?

¿En conclusión, regresemos a una pregunta planteada al comienzo de este artículo: En que se basa un traductor su decisión de rendir elohim como “Dios” (singular) o “dioses”/“jueces” (plural)? Salmo 82:1 es un ejemplo que hace al caso: en la versión Reina Valera elohim ocurre al principio del versículo traducido, “Dios,” pero un segundo caso de elohim que ocurre luego en el mismo versículo se traduce “dioses.” “Dios [elohim] está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses [elohim] juzga.”. En adición a los factores contextuales considerados antes, frecuentemente hay también indicaciones gramaticales. Mientras la palabra elohim es plural en forma, se usa frecuentemente con verbos singulares, y con adjetivos y pronombres en el singular. Cuando esto ocurre, por las reglas de la gramática hebrea, en tales casos se entiende y se traduce como singular.”3 Así es, por ejemplo, que el primer uso de elohim en Salmo 82:1 es rendido/traducido “Dios” porque es seguido por un participio singular masculino (nitzab, “él está”); elohim es el sujeto de este participio singular masculino, así que por las reglas de la gramática hebrea las palabras nitzab elohim deben significar “Dios está” y no “los dioses está”. Sin embargo, en la segunda parte del versículo elohim es traducido como “dioses” (la versión Reina Valera de 1909, 1960), o como “jueces” (versión 1977). Esto es porque aquí no hay el elemento verbal singular, sino que en lugar de ello tenemos las palabras “en la reunión de los dioses ... en medio de los dioses” (baadaqach-el bequerem elohim). Como una reunión por definición está compuesta por una pluralidad de miembros, el contexto dicta que elohim en este caso se debe traducir como “dioses” o “jueces.”

Así veamos que la traducción de la Biblia no es algo enormemente complicado ni misterioso, pero si requiere atención al contexto y a las reglas gramaticales de los idiomas originales. Mucha de la confusión en interpretación bíblica con la iglesia mormona proviene del hecho que el fundador Mormón, José Smith, no había estudiado de forma profunda el hebreo, y se dejo confundir con los nombres utilizados para Dios, como elohim y Jehová. Elohim tanto como Jehová son nombres utilizados para Dios y ambos se refieren al único Dios vivo y verdadero. No se refieren a distintos dioses como lo ha enseñado varios lideres mormones.


Para información adicional referente a los nombres utilizados para Dios en la Biblia, vea el articulo en este sitio: http://mit.irr.org/es/son-jehova-y-elohim-dioses-distintos.




Notas

1. Éxodo 22:28 sugiere que los jueces y gobernantes de Israel merecían recibir respeto por virtud de la dignidad de su papel tanto dado por Dios como reflejando el carácter de Dios: “No injuriarás a los jueces [elojim], ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.” (RV). Hechos 23:5 registra una ocasión en que el apóstol Pablo citó este pasaje cuando sin saber reprendió el sumo sacerdote de Israel.

2. Para una lista de 27 pasajes bíblicos que enseñan que hay un solo Dios, vea: http://mit.irr.org/es/27-pasajes-biblicos-que-ensenan-explicitamente-que-hay-un-solo-dios.

3. Jack B. Scott, “elohim,” en Theological Wordbook of the Old Testament [Libro teológico de palabras del Antiguo Testamento], 2 vols. (Chicago: Moody Press, 1980), 1:44.