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Como lo relatan los Mormones
El fundador del mormonismo, José Smith, nació en Sharon, estado de Vermont, el 23 de diciembre de 1805. Cuando tenía diez años de edad, su padre trasladó la familia a Palmyra, Nueva York. Cuatro años más tarde, se trasladaron a Manchester en el mismo estado, que queda a corta distancia.
José anota lo que sucedió entonces, en el libro de la escritura mormona, titulado la Perla de Gran Precio —PGP— 1:5: "Durante el segundo año de nuestra residencia en Manchester, surgió en la región donde vivíamos una agitación extraordinaria en cuanto a la religión. Empezó entre los metodistas, pero pronto se generalizó entro todas las sectas de la comarca. En verdad, parecía afectar a todo el territorio, y grandes multitudes se unían a los diferentes grupos religiosos, lo cual ocasionaba no poca agitación y división entre la gente, pues unos gritaban: ¡He aquí!, y otros: ¡He allí! Unos contendían a favor de la fe metodista, otros a favor de la presbiteriana y otros a favor de la bautista."
Sigue el v. 10 diciendo: "En medio de esta guerra de palabras y tumulto de opiniones, me decía a mí mismo: `¿Qué se puede hacer? ¿Cuál de todos estos grupos tiene razón; o están todos en error? Si uno de ellos está en lo justo, ¿Cuál es, y cómo podré saberlo?'"
Los vv. 11-14 de la misma sección del libro afirman que esto sucedió en la primavera de 1820 cuando José tenía 14 años, y mientras leía en Santiago 1:5. Salió solo al bosque cerca de su casa, se puso de rodillas y comenzó a orar en voz alta por primera vez en su vida (vv. 14, 15). Dice en los vv. 15-19: "Apenas lo hube hecho, cuando súbitamente se apoderó de mí una fuerza que completamente me dominó, y fue tan asombrosa su influencia que se me trabó la lengua de modo que no pude hablar. Un espesa niebla se formó alrededor de mí, y por un tiempo me pareció que estaba destinado a una destrucción repentina. Más esforzándome con todo me aliento para pedirle a Dios que me librara del poder de este enemigo que me había prendido, y en el momento preciso en que estaba para hundirme en la desesperación y entregarme a la destrucción—no a una ruina imaginaria, sino al poder de un ser efectivo del mundo invisible que tenía tan asombrosa fuerza cual jamás había sentido yo en ningún ser — precisamente en este momento de tan grande alarma vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí. No bien se hubo aparecido, cuando me sentí libre del enemigo que me tenía sujeto. Al reposar la luz sobre mí, vi a dos Personajes, cuyo brillo y gloria no admiten descripción, en el aire arriba de mí. Uno de ellos me habló llamándome por nombre, y dijo, señalando al otro: ¡Este es mi Hijo Amado: Escúchalo¡"
Había sido mi objeto acudir al Señor para saber cuál de todas las sectas era la verdadera, a fin de saber a cuál unirme. Por tanto, apenas me hube recobrado lo suficiente para poder hablar, cuando pregunté a los Personajes que estaban en la luz arriba de mí, cuál de todas las sectas era la verdadera, y a cuál debería unirme. Se me contestó que no debería unirme a ninguna, porque todas estaban en error; y el Personaje que me habló dijo que todos sus credos eran una abominación en su vista; que todos aquellos profesores se habían pervertido.”
José afirma que relató esta historia a un predicador metodista, quien la rechazó. Luego en el v. 22 dice: "Sin embargo, pronto descubrí que el relato de mi experiencia había despertado mucho prejuicio en mí contra entre los profesores de religión, y trajo sobre mi mucha persecución, cada día mayor; y aunque no era yo sino un muchacho desconocido de entre catorce y quince años, y tal mi posición en la vida que no era un joven de importancia alguna en el mundo, no obstante, los hombres en alta posiciones se fijaron en mí lo suficiente para agitar el sentimiento público en mi contra, desatando así una amarga persecución; y esto fue general entre todas las sectas: todas se unieron para perseguirme."
Unos tres años y medio más tarde, el 21 de septiembre de 1823, José dice que estaba en su cuarto orando y pidiendo a Dios el perdón por todos sus pecados e imprudencias cuando una luz brillante empezó a aparecer otra vez. Ahora fue el ángel Moroni quien le dijo que Dios tenía un trabajo para él. Luego el ángel le habló de un libro escrito en planchas de oro por los habitantes anteriores de este continente. Le dijo que contenía "la plenitud del evangelio eterno". Junto con las planchas estaban "dos piedras en aros de plata, las cuales aseguradas a una pieza que se ceñía alrededor del pecho, formaban lo que se llamaba el Urim y Tumim." Dios los había preparado para la traducción del libro, dijo el ángel. Luego citó varios versículos de la Biblia u desapareció sólo para reaparecer otras dos veces esa misma noche, dándome el mismo mensaje cada vez" (PGP, José Smith 1:29-46).
En los cuatro años siguientes, en el aniversario de su primera visita, Moroni se encontró con José en la colina donde estaban enterradas las planchas de oro. Luego el 22 de septiembre de 1827, José recibió las planchas de las que tradujo al inglés los caracteres del egipcio reformado con el don y el poder de Dios, por medio del Urim y Tumim. Esta traducción se conoce como el Libro de Mormón. Martín Harris, uno de los tres testigos que afirmó que el LM era verdad, dijo que llevó copias de algunos caracteres en las planchas al profesor Anthon de la Universidad de Columbia, quien declaró que la traducción do José era correcta. Un tal doctor Mitchell también afirmó que la traducción era correcta (PGP, José Smith 1:53-56).
Más tarde en el mes de mayo de 1829, mientras Oliverio Cowdery escribía la traducción tal como José se la dictaba, se fueron ambos al bosque para orar acera del bautismo para la remisión de pecados. Mientras oraban, Juan el Bautista apareció en una nube y puso las manos en ellos y los ordenó al sacerdocio de Aarón. (PGP, José Smith 1:66-75).
Aquí termina el relato del origen del mormonismo, en las escrituras de los SUD. Tenemos que leer en la Documentary History of the Church (DHC) para saber más detalles.
Algún tiempo más tarde, probablemente entre el 15 de mayo y el 30 de junio de 1829, Pedro, Jacobo y Juan visitaron a José y Oliverio y confirieron en ellos el sacerdocio de Melquisedec. Este les dio el poder de imponer las manos para comunicar el don del Espíritu Santo (DHC, Tomo 1, pp. 40-41). Luego, el 6 de abril de 1830, José Smith y otros cinco hombres se reunieron para organizar la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.
Bajo el liderato de José Smith se dio principio al trabajo en Nueva York; luego se trasladó a Kirtland, Ohio, después a Independence, Misurí, y por fin a Nauvoo, Illinois. En 1844 la población de Nauvoo, compuesta totalmente de mormones, se convirtió en la ciudad más grande del estado de Illinois. Allí José se presentó como candidato para la presidencia de los Estados Unidos (DHC, Tomo VI, pp. 268-270). Pero algunos mormones apóstatas despertaron antipatía en su contra, publicando un diario llamado el "Expositor de Nauvoo." Algunas autoridades mormonas de Nauvoo declararon que esa imprenta era una molestia y la mandaron destruir (DHC, Tomo VI, pp. 432-434). Por este acto, el Estado mandó arrestar a José, pero fue puesto en libertad por otros mormones, en la corte municipal de Nauvoo.
Más tarde José fue nuevamente arrestado; esta vez, por traición contra el estado. Fue encarcelado en Carthage, Illinois (DHC, Tomo VI, pp. 453-574). Allí, el 27 de Junio de 1844, una chusma airada atacó la cárcel, y mataron a balazos a José y a su hermano Hyrum (DHC, Tomo VI, pp. 612-622). Brigham Young, presidente de los doce apóstoles, fue escogido como sucesor de José, y guió a los mormones al Valle de Salt Lake, en el territorio de Utah. Desde 1847, la iglesia de los SUD ha tenido sus oficinas principales allí.
Estos son algunos de los hechos más sobresalientes sobre el origen y la historia del mormonismo, tal como se cuenta hoy día. Pero hay otros muchos eventos y detalles que la historia no contiene; y éstos arrojan otra luz sobre sus pretensiones. Vemos ahora algunos de ellos.
La historia según la evidencia
"El avivamiento de 1820 y la primera visión de José"
El relato de su primera visión, dado por José Smith, es una historia fantástica. Pero porque una visión es una experiencia personal, no hay manera de probar su veracidad. Los que la aceptan, tienen que aceptarla por el testimonio de un muchacho de 14 años, sin que otros la verifiquen. Si algún muchacho de 14 años dijera hoy que Dios le visitó y le dijo que la Iglesia de los SUD era apóstata, ¿le creerían tan fácilmente como creen a José Smith? Y si no, ¿por qué no? Habría tanta evidencia a favor de su visión como para la de Smith. Cualquiera de las dos requiere que uno acepte por fe su testimonio sin testigos ni evidencia.
La Biblia, por otra parte, afirma que "A Dios nadie le vio jamás" (Juan 1:18, 1 Juan 4:12). Y en Éxodo 33:20 también Dios dice: "No me verá hombre, y vivirá." Una razón por qué los hombres no pueden ver a Dios es porque es Espíritu (Juan 4:24) y el espíritu es invisible. Así declaran Colosenses 1:15 y 1 Timoteo 1:17, que Dios es invisible. Y 1 Timoteo 6:16 dice que Dios "habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver." (Para más detalles, véase el capítulo titulado "Dios.")
Sin embargo, el relato de José Smith no sólo contradice la Escritura, sino la historia secular también. No hay manera de examinar su pretensión de haber visto a Dios, sino a la luz de la Biblia. Pero sí, se pueden poner a prueba los eventos que movieron a Smith a preguntarle a Dios: "¿Cuál iglesia tiene razón?" En PGP, José Smith 1:5, declara que hubo una agitación extraordinaria entre todas las sectas en toda la región donde vivía, y que "grandes multitudes se unían a los diferentes partidos religiosos." Nombra especialmente a las iglesias metodista, presbiteriana y bautista entre las que tomaron parte en el gran avivamiento. En los versículos 14 y 22, dice que esto sucedió en 1820 cuando tenía 14 años. Pero Wesley Walters examinó todas las crónicas disponibles en aquella región, buscando información sobre tal avivamiento. Descubrió que no hay mención alguna de avivamiento allí en 1820. (Véase su folleto New Light on Mormon Origins, publicado por la "Utah Christian Tract Society" Box 725, La Mesa, CA., 92041.) Un avivamiento de la importancia indicada por Smith siempre deja huellas. Pero si hubo tal avivamiento en Palmyra en 1820, nadie lo vio sino Smith.
Guillermo Smith, hermano de José, escribió el libro titulado William Smith on Mormonism, citado comúnmente por los líderes de los SUD sobre el avivamiento de 1820. Pero Guillermo Smith no fija la fecha del avivamiento de 1820. Dice que sucedió en 1822 y 1823, y que José tenía como 18 años. (Eso establecería la fecha como en 1824.) Dice que el avivamiento fue dirigido por un ministro presbiteriano, el Rev. Stockton, el que había predicado en el funeral de Alvin Smith, antes de esa fecha, indicando que Alvin fue al infierno. Y que por esto José Smith no se unió a la iglesia presbiteriana.
Pero si el Revdo. Stockton predicó en el funeral de Alvin antes de ese avivamiento éste no podría haber sucedido en 1820, porque la lápida en su fosa dice que murió el 19 de noviembre de 1823. La fecha 19 de noviembre de 1824, en PGP, José Smith 1:4, es un error. El diario Wayne Sentinel de Palmyra, Nueva York, llevó el anuncio en varios números comenzando el 25 de septiembre de 1824, diciendo que José Smith (el Padre del profeta Smith) mandó desenterrar el cuerpo de Alvin. José dijo que el avivamiento tuvo lugar en la primavera; así que la fecha más temprana en que podría suceder después de la muerte de Alvin, sería 1824.
También, el Rev. Stockton y el Rev. Lane (mencionados como tomando parte en el avivamiento) llegaron a Palmyra solamente en 1824, y el Rev. Lane no llegó hasta julio de ese año para comenzar a trabajar en el circuito metodista, y se quedó solamente hasta el enero siguiente por su mala salud. Estos datos se han confirmado perfectamente. Cualquier avivamiento en que los dos tomaron parte, tendría que suceder en la última parte de 1824 - no en 1820. El Wayne Sentinel reporta un avivamiento en 1824-25, pero nada de tal cosa en 1820.
Ni dijeron nada los diarios acerca de la visión de José Smith, ni de la persecución que dice que sufrió en 1820. Si el clamor y alboroto en las iglesias existió, tal como José Smith lo describe en PGP, José Smith 1:5, 6,9 y 10, es difícil creer que en ese mismo año las iglesias se unieran para perseguir al muchacho de 14 años (José dice que tenía esa edad, en el v.22).
Las crónicas de ese período no indican ningún conflicto eclesiástico como José Smith lo menciona. Las estadísticas conservadas por las varias iglesias tampoco indican ningún avivamiento en 1820 en Palmyra. La iglesia presbiteriana registró avivamientos en 1817, 1824, 1829, y en otros años; pero ninguno en 1820. La iglesia bautista ganó exactamente cinco miembros por el bautismo en 1820. El circuito metodista que incluía Palmyra, registró perdidas de 23 personas en 1820, y de 40 en 1821. Esto difícilmente indica que hubo avivamiento en 1820 en que "grandes multitudes se unían a los diferentes partidos religiosos" como afirma PGP, José Smith 1:5.
Pero ya para el 25 de septiembre de 1825 el avivamiento había terminado. Los presbiterianos registraron un aumento de 99, los bautistas 94, y el circuito metodista había aumentado con 208. Si José tuvo su primera visión en la primavera después del avivamiento, hubiera sido en 1825. Pero esa fecha era después de la "segunda visión." Esta sucedió, según él, cuando Moroni le habló de las planchas de oro el 21 de septiembre de 1823. Por esto, la visión de Moroni tendría que ser cambiada a otra fecha no antes de septiembre de 1825.
Smith informa haber visto a Moroni sucesivamente por cuatro años, detalle que nos lleva a septiembre de 1829, o sea antes de recibir las planchas de oro. Sólo entonces podría dar principio a su traducción (PGP, José Smith 1:29 y 53). Pero ¿cómo se podría traducir todo el LM en junio de 1829, si Smith no recibió las "planchas de oro" hasta septiembre de 1829? (Véase A Short History of the Church of Jesus Christ of the Latter Day Saints, p. 18.)
La fecha del avivamiento es muy importante. Si no hubo avivamiento en 1820, falta el motivo que llevó a que Smith preguntara a Dios cuál iglesia tenía razón. Y si fue el avivamiento de 1824-25 el que provocó la pregunta de Smith, entonces la historia de los mormones y su cronología están en terrible conflicto.
Problemas con las visiones
La historia moderna de los SUD acerca de al "primera visión", dice que Smith tenía 14 años cuando Dios el Padre y el Hijo lo visitaron. Dice también que después de tres años el ángel Moroni vino a él. Sin embargo, Brigham Young dice en Journal of Discourses (JD) Tomo II, p. 171, que, "El Señor no vino, pero sí envió a su ángel." Wilford Woodruff, el cuarto profeta de los SUD, dijo en el mismo Journal, Tomo XIII, p. 324, que el mormonismo "Comenzó cuando un ángel de Dios, volando por el cielo visitó a un joven llamado José Smith en el año 1827." Woodruff sigue diciendo que Smith, confundido por las pretensiones sectarias, leyó Santiago 1:5, y luego oró y preguntó a Dios a cuál iglesia unirse. Luego dice: "el Señor oyó esta oración y le envió su ángel, el cual le informó que todas las sectas estaban equivocadas, y que el Dios del cielo estaba a punto de establecer su obra en la tierra."
Si el profeta Woodruff estaba confundido acerca de un asunto tan básico para los SUD, ¿cómo podemos saber que no estaba igualmente confundido acerca de otros asuntos? Los siguientes tomos del Journal también están en conflicto con la historia original acerca de la "primera visión": 2:196, 197; 6:29, 355; 10:127; 12:333, 334; 13:65, 66, 67, 78, 294; 18:239; 20:167; y 14:261, 262.
En años recientes "la primera visión" de José Smith ha llegado a tener creciente importancia. Ahora es la base de tales enseñanzas de los SUD como: Dios el Padre y su Hijo Jesucristo son dos Dioses separados, y que los dos tienen carne y hueso; José Smith era profeta porque vio a los dos; todas las otras iglesias están equivocadas porque así le dijo el Señor a Smith. (Véase lección número uno del "Uniform system for teaching investigators" -edición de 1971, y otras enseñanzas).
A pesar de su importancia hoy día, la historia de "la primera visión" era casi desconocida en los primeros días del mormonismo. Ni los escritores mormones, ni los que se opusieron al mormonismo, hablaron de ella hasta que fue publicada en Times and Seasons, en 1842. Y esta fecha fue 22 años después de haber sucedido. (Véase Improvement Era, de julio de 1961, p. 490.) Sin embargo, José Smith sí la relató varias veces, aunque no en la misma forma cada vez.
En 1965 Paul R. Cheesman, estudiante graduado en la Universidad de Brigham Young, descubrió un "relato extraño" de "la primera visión" de José Smith. Fue escrito por Smith mismo cerca de 1833, y es muy diferente de la forma actual de la historia. En esta extraña versión, Smith dijo que tenía 16 años cuando la escribió. Dijo además que vio al Señor y que él le dijo: "José, tus pecados te son perdonados." Pero no hay mención de ver a Dios Padre -algo muy importante para pasarlo por alto. Ni hay mención de que todas las iglesias estaban equivocadas, etc. Las varias versiones de la "primera visión" nos informan que Smith vio "a un ángel", "ángeles", "al Señor", y a "dos personajes." Así que solamente podemos dudar qué es lo que vio, o si vio algo. Hay varios relatos de esta visión registrados en Dialogue: A Journal of Mormon Thought, Tomo I, del otoño de 1966, comenzando en la página 29.
Hay problemas con la segunda visión también. Dice en la primera edición de PGP, p. 41, del año 1851, que el ángel que reveló a José Smith las planchas de oro, fue Nefi, no Moroni. Otras publicaciones de los mormones de aquella época lo verifican. Estas son Millenial Star, Tomo II, pp. 53 y 71; y también Times and Seasons, Tomo III, pp. 749 y 753. En este mismo tomo, p. 710, dice José Smith: "Este artículo da comienzo a mi carrera editorial. Yo solo me hago responsable por él." Así que nadie debe ser culpado por el error en cuanto al nombre del ángel. La madre de José Smith, que se llamaba Lucy Mack Smith, dijo también en su Biographical Sketches de 1853, que el nombre del ángel era Nefi. ¡Procure el lector decirles a los mormones actuales que el ángel Nefi reveló las planchas de oro a José Smith, y vea qué contestación le dan!
Pero sólo porque Smith vio, o pretendió ver a un ángel no prueba que el mormonismo vino de parte de Dios. La Biblia nos advierte que hasta Satanás mismo se disfraza de ángel de luz" (2 Corintios 11:14). El apóstol Pablo dice también en Gálatas 1:8: "Más si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema." ¿Predicó Moroni o Nefi el mismo evangelio que Pablo? ¿O lo predican hoy los mormones?
El desacuerdo interno
José Smith dijo que Dios el Padre y Jesucristo se le aparecieron en 1820 y que él les preguntó: "¿Cuál de todas las sectas es la verdadera y a cuál debo unirme?" Dice: "Se me contestó que no debería unirme a ninguna porque todas estaban en error" (PGP, José Smith 1:18-19). En v.20 dice Smith: "De nuevo me mandó que no me afiliara con ninguna de ellas."
Aparentemente José no le comunicó tal mensaje a su familia porque su madre y dos hermanos (Hyrum y Samuel) eran miembros activos de la iglesia presbiteriana durante ocho años por lo menos, después de 1820. Wesley Walters encontró esta información en el Tomo II de los "Sessions records" de la iglesia presbiteriana occidental de Palmyra, Nueva York. También encontró que José mismo buscó unirse a la iglesia metodista en 1828.
Emma, la esposa de José, había pertenecido a esa iglesia desde los siete años de edad. Quizá la muerte de su primer hijo, el 15 de junio de 1828, le movió a José a tomar ese paso.
Varios años más tarde, los primos de Emma Smith, José y Heil Lewis, escribieron de sus experiencias con José para ayudar a resolver algunas cuestiones sobre las actividades de Smith. Los hermanos Lewis eran miembros de la iglesia metodista de Harmony, Pensilvania, cuando José "se presentó muy seria y humildemente, y el ministro, sin sospechar ninguna mala intención, inscribió su nombre en su libreta de membresía, estando ausentes algunos de los miembros oficiales" (The Amboy Journal, del 30 de abril de 1879). José Lewis dio otros detalles en el número del 11 de junio de 1879, del mismo periódico. Dijo así:
"Yo, con Josué McKune, un predicador del pueblo, creo que fue en junio de 1828, supimos que el día sábado José (Pepe) Smith se había unido a la iglesia el miércoles por la tarde. (Era la costumbre en aquellos días, oír la predicación del ministro visitante, en casa de mi padre entre semana.) Creíamos que era una deshonra para cualquiera iglesia tener como miembro de ella uno que practicaba la magia negra, uno que usaba encantos y espíritus sangrantes. Así que el domingo fuimos a la casa de nuestro padre, donde teníamos que reunirnos ese día, y llegamos a tiempo para ver a Smith; hablamos con él en el taller de mi padre antes de la reunión. Mi padre le dijo que su ocupación, hábitos y carácter moral no estaban de acuerdo con la disciplina de la iglesia, y que su nombre sería una deshonra para ella. Debiera haber hecho antes una retractación, confesión, y la promesa de una reformación, y que ese día debía pedir públicamente que su nombre fuera borrado de los registros de membresía; o bien, aceptar una investigación. Escogió lo primero, y ese mismo día pidió que su nombre se quitara de los registros."
En el mismo libro con fecha del 21 de mayo de 1879, el cuñado de Smith, Miguel Morse, dijo que el nombre de Smith se quedó en los registros de membresía por otros seis meses. Esto puede ser cierto, ya que él, como secretario de la clase, fue el que registró el nombre de Smith como miembro. Pero la cosa extraña en todo esto es que José Smith realmente trató de ser miembro de una iglesia metodista en 1828 aún cuando Jesucristo le había dicho en la visión de 1820, según su relato, ¡que no se uniera con ninguna iglesia!
Es interesante también que José Lewis declaró que José Smith no debía seguir como miembro de la clase en la iglesia metodista, porque "practicaba la magia negra" y "usaba encantos y espíritus sangrantes." En Fraser's Magazine, el número de febrero de 1873, pp. 229-230, se relata la historia de la condena de José Smith, y la multa que le cobraron de $2.68 el día 20 de marzo de 1826, por engañar a la gente, haciéndoles creer que él podría encontrar tesoros escondidos, mirando a través de cierta piedra. Los mormones piadosos siempre han rechazado esta historia. El autor SUD Francisco Kirkham dice en su libro A New Witness for Christ in America, Tomo I, pp. 486-487: "Si una confesión como ésta, hecha delante del juez podría identificarse y comprobarse, sigue lógicamente que los que creen en él deben negar su pretendida dirección divina, que los hizo seguirle.” Luego pregunta: “¿Cómo podría ser profeta de Dios, el líder de la iglesia restaurada para estos millares, si hubiera sido verdad el fraude supersticioso que es que, según su confesión, quedó registrado por escrito?”
Pero el 22 de mayo de 1971, ese documento judicial fue encontrado por Wesley Walters, que hacía alguna investigación sobre el mormonismo. El documento fue encontrado en un cuarto del sótano de la cárcel del Condado Chenango en Norwich, Nueva York, donde se guardan cosas viejas e inútiles. Copias fotográficas de este documento se pueden obtener de la Modern microfilm co., Box 1884, Salt Lake City, Utah, 84110.
Quizá la razón por qué Kirkham hizo esta declaración fue que sabía que José Smith dijo que el ángel Moroni le visitó anualmente desde 1823 hasta 1827. Y en esta última visita recibió las planchas de oro y comenzó a traducirlas por el don y el poder de Dios. Es difícil reconciliar estas dos cosas: las visitas de un ángel, y la decepción de la gente, por cobrarles sus servicios como clarividente, o por encontrar tesoros escondidos. Dijo Jesús claramente que “Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá el uno y amará al otro, o estimará fiel al uno y menospreciará al orto. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24).
Aquí no discutiremos las pretensiones hechas acerca del LM, ya que le hemos dedicado un capítulo entero a ese asunto. De la misma manera hay una sección especial sobre el sacerdocio y la pretensión de José, de que Juan el Bautista y (más tarde) Pedro, Jacobo y Juan lo ordenaron a los sacerdocios de Aarón y Melquisedec. Este estudio es muy breve para discutir asuntos como el esfuerzo desastroso de José Smith por establecer un banco en Kirtland, Ohio; las guerras de Misurí y otros aspectos históricos del mormonismo. Para examinar la documentación de estos y otros eventos, sugerimos que el lector lea el libro Mormonism - Shadow or Reality , por Jerald y Sandra Tanner. Este también se puede comprar en la Modern microfilm company (ahora conocida como Utah Lighthouse Minstries).
La muerte del profeta
Con frecuencia los mormones se refieren a José Smith como al “profeta mártir” comparando su muerte con la de Jesucristo. Afirman que poco antes de su muerte dijo: “Voy como cordero al matadero” (DC 135:4). Compárese esto con Isaías 53:7 y con otros muchos textos del Nuevo Testamento, como 1 Pedro 2:23. Cristo sí murió sin protestar. Pero ¿así lo hizo José Smith? la mayor parte de los mormones así piensan, pero su propia Documentary History of the Church (DHC, Tomo VI, pp. 617-618) relata una historia muy diferente.
Dice que una chusma se juntó frente a la cárcel de Carthage, Illinois, donde estaban detenidos José y Hyrum Smith. Con ellos estaba Juan Taylor y Willard Richards. Oyendo que la chusma comenzaba a disparar, José saltó hacia su ropa para sacrar su revólver de seis tiros, y Hyrum agarró su escopeta. Taylor alcanzó el bordón de madera dura, que pertenecía a Markham, y el doctor Richards, el bastón de Taylor. Todos se lanzaron contra la puerta ... Hyrum iba retrocediendo frente a la puerta, apretando su pistola, cuando una bala le pegó al lado izquierdo de la nariz. Se cayó de espaldas al piso diciendo, -Estoy muerto- ... José sacó el brazo de detrás de la puerta y disparó su revólver hacia el pasillo, fallando algunos tiros.”
En la introducción del mismo tomo en p. xli leemos que “el profeta se apartó del cuerpo caído de su hermano asesinado para hacer frente a las armas mortíferas, y con valentía devolvió el fuego de sus asaltantes, ‘derribando a su enemigo cada vez’. Y así obligó a Juan hay (antes Secretario del estado), persona que difícilmente reconocería ninguna virtud en el profeta, a confesar que ‘había hecho una buena pelea’ en la cárcel.”
Juan Taylor, que llegó a ser el tercer profeta de al iglesia SUD, estaba en la cárcel con Smith y recuerda lo siguiente en The Gospel Kingdom, p. 360: José “abrió la puerta un poco y descargó su pistola sucesivamente seis veces. Sin embargo, sólo tres cañones se descargaron. Después comprendí que dos o tres fueron heridos con esas balas, de los que murieron dos, según me informaron.” El mismo relato está en DHC, Tomo VII, pp. 100-103. No aprobamos la violencia de la chusma que atacó la cárcel de Carthage y mató a José y Hyrum Smith. Ni podemos estar de acuerdo con los SUD que dicen que José fue un mártir que fue llevado “como cordero al matadero”.
Cuando murió José Smith, no quedó claro para los miembros de la iglesia SUD quién sería su sucesor. Muchos decían que Dios los había llamado par serlo. Pero por fin, Brigham Young ganó la lealtad de la mayoría. Pero durante varios años, docenas de facciones pequeñas existieron, muchas de las cuales se unieron en 1860 para formar la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, bajo la dirección de José Smith III (el hijo del fundador del mormonismo).
Esta es la más numerosa de las iglesias mormones del tiempo presente con la excepción de una. Pero también hay a lo menos otras 24 facciones en existencia. Cada una reclama ser la única y verdadera iglesia y declara que las otras son apóstatas.
(Para obtener más información, léase Little Known Schisms of the Restoration, por Russell R. Rich (editado por Brigham Young University), o Denominations that Base Their Beliefs on the Teachings of Joseph Smith, the Mormon Prophet, por Kate Carter. Ella, la presidenta de las hijas de lo pioneros de Utah, dice en p. 1: “los ramales de la iglesia original se acercan a cien.” Así que el hecho de tener profeta no ha resuelto el problema de las divisiones en las iglesias, como pretenden los SUD con frecuencia.